Vaya escándalo que se ha armado con los dichosos dineros de los ricos, resulta que casi todos los que tenían bastante no sabían dónde ocultarlos y se los llevaron a un lugar seguro recomendado por más de 500 bancos de muchos países a lo largo y ancho del planeta en un paraíso fiscal de un país llamado Panamá, el cual, aunque todos sabíamos que era un paraíso fiscal, hace un tiempo alguien decidió que no era tal cosa y la gente que tiene tanto que no los puede contar se fiaron de un bufete o de varios que hacían de asesores y sin darse cuenta se llevaron su capital fuera de sus respectivos países por si acaso la cosa iba mal, su patrimonio no resultara afectado. Así no se pagaban los impuestos obligatorios y se evitaba que un dardo equivocado derribara el montón que ya no se sostenía uno sobre otro ni se podía guardar en sobres debajo del colchón.
Dando vueltas a mi cabeza me pregunto que, siendo que hace siete meses se comenzó a preparar la bomba para soltarla en el momento adecuado, ¿cómo es posible que la noticia no se haya filtrado antes ni los setenta periodistas que están trabajando en el asunto se equivocaran en algo y se descubriera el pastel cubierto de trufa y nata que es tan fácil de derretir? Desde hace un tiempo estamos viviendo una incógnita curiosa, resulta que toda la gente importante con cargos altos o bajos está controlada con grabaciones de todas las conversaciones que ha tenido con gente de todo tipo desde hace varios años y sin que nadie lo supiera. Pues bien, yo, que soy un poco desconfiada, encuentro que es muy raro que de pronto os expliquen la historia de los papeles de Panamá, nos dan nombres de gente importante que puede ser culpable o inocente, que hasta el exrey Juan Carlos es sospechoso de la jugada que puede ser limpia o sucia, que hay famosos en todos los campos cuyo único requisito para aparecer en la lista es que tengan mucho dinero para guardar sin que los demás nos enteremos, y digo los demás porque es casi seguro que el ‘estado’ por no decir el ‘gobierno’, ése sí que lo sabía porque muchos de ellos deben estar en el ajo.
Señores, es inadmisible que pasen estas cosas, ahora estamos equiparados a los presidentes y dictadores por igual de países cercanos o lejanos, de señoras decentes y familias honorables que han ganado tanto dinero que no saben dónde guardarlo mientras los pobres a duras penas llegamos a fin de mes y muchos otros ni siquiera llegan porque pasan hambre y se quedan por el camino o duermen al ras como los refugiados que nos están ‘acosando con la amenaza de invadirnos y quitarnos el sustento’. El tema de los refugiados me quita el sueño, ya no quiero ver las noticias porque no sé cómo se puede resolver ese problema, sin duda con mucho dinero algo se haría, pero si entre todos lo tienen escondido en países que les brindan la oportunidad de guardarlo bien y sin que nosotros lo sepamos, cómo vamos a alimentar y vestir a tanta gente y educar a tantos niños si no nos alcanza para pagar los sueldos a los nuestros ni a las farmacias por nuestros medicamentos, ni a los médicos para que nos atiendan a nosotros ni para cubrir tantas necesidades como tenemos en nuestros países, por aquí estamos angustiados tratando de ayudar aunque sea de a poquito y de pronto nos dicen que hay miles de millones escondidos que son de una gente que vive de fiesta en fiesta, que luce trajes de modistos de primera, que hacen cine, que viajan de aquí para allá, que hacen bodas espectaculares, que comen y cenan en grandes restaurantes rodeados de licores y lujos que desconocemos. ¿Cómo puede ser que ganen tanto dinero con tan poco esfuerzo y dedicación mientras los tontos luchamos por sobrevivir honradamente?
Me parece que llegó la hora de envolverlos a todos en un globo y mandarlos al espacio a ver si los dineros les sirven para algo, yo creo que sólo les sirven aquí, entre nosotros que les reímos las gracias y les permitimos humillarnos con sus lujos y fastos entre vinos y licores y exquisiteces y tienen tanto que se ven en la necesidad de llevarlos a esos paraísos que no son ficticios y de vez en cuando nos dan una limosna para cubrir los gastos de algunos pobres y así nos callamos todos. Lo más curioso es que desde ya nos avisan que aún pasarán dos semanas dando nombres de personas favorecidas en el montón, y digo favorecidas porque son tantos y tan importantes que seguramente será un orgullo aparecer en esa lista porque de lo contrario no serán nadie, si están allí será porque son ricos, poderosos, famosos, destacados, ilustres y todo lo que se quiera. Hay algo que me llama la atención, parece que no hay americanos en la lista, qué raro, no será porque allí sean muy honrados, no me lo creo, y otra cosa, ¿no será que la bomba hacía falta para que nosotros nos entretuviéramos hablando de eso y dejáramos de abrir los telediarios con las imágenes de los refugiados desesperados e incómodos mientras nos asombramos de las penas de los ricos que no saben dónde guardar sus dineros si les cierran las cajas fuertes del escondite?