¿Estará «la chica de Kohl» a la altura? Era una pregunta que muchos se hacían en 2005 al saber que angela Merkel sucedería al dirigente que logró la reunificación alemana; pero la primera mujer al frente de la República Federal cumplió sobradamente con el papel que la historia tenía reservada a quien nació en un país que ya no existe, la RDA.
A sus 67 años, Merkel se retira entre aplausos de una nación convertida en la primera economía de Europa y cuarta del mundo. Ha ejercido un liderazgo fuerte, imponiendo la austeridad en la crisis del euro, abriendo las fronteras a más de un millón de refugiados asiáticos y liderando los fondos de recuperación por la catástrofe de la Covid-19.
Merkel hará de ama de casa, función que nunca dejó, para asombro de sus paisanos.