Visitando en Irlanda las ruinas de un monasterio cisterciense, la guía preguntó nuestra procedencia. Al nombrarle Tarragona, añadí: cerca de Poblet. Se emocionó y expresó su admiración por nuestro gran monasterio, no en ruinas, sino con una treintena de monjes y una magnífica conservación.
Hoy Poblet tiene un nuevo abad que sustituye a Josep Alegre. Es Octavi Vilà. Le conocí hace ya casi treinta años en la Hemeroteca de Caixa Tarragona, en la que trabajaba con Anna Bladé. Un día nos sorprendió diciendo que se metía a monje en Poblet. Es muy amable y está bien preparado para ser abad.
No sé si admitirá mi enhorabuena. Una vez le preguntaron a Altisent en qué consiste el éxito de un monje y contestó: «El campo espiritual de trabajo de los monjes es la propia alma». Esto no quiere decir que desconecte de la realidad, y menos alguien que ha manejado en su vida tantos periódicos.