Después de 80 días exactos de cierre, mañana las escuelas e institutos de la provincia de Tarragona volverán a acoger a alumnos. Eso sí, esta vuelta a la actividad no tendrá nada que ver con el bullicio de un día de clases cualquiera; los alumnos, que solo acudirán voluntariamente, lo harán en pequeños grupos y con una serie de medidas de seguridad inéditas hasta ahora.
En el plan de reapertura anunciado por el conseller de Educació, Josep Bargalló, se hacía hincapié en que el curso se acabará telemáticamente y que la prioridad es que vuelvan presencialmente los alumnos que cambian de ciclo, es decir, los de sexto de primaria, cuarto de ESO, segundo de Bachillerato, segundo de ciclos de FP y los de 3 a 6 años, dando prioridad a los padres que tienen que trabajar presencialmente.
Después de las directrices de Educació, cada centro ha tenido que elaborar su propio plan de apertura y, haciendo un repaso por los planes de los centros (muchos los han colgado en sus páginas web) lo cierto es que la actividad será de mínimos. En el caso de la ciudad de Tarragona, por ejemplo, las escuelas públicas acordaron algunas medidas comunes, como por ejemplo que los alumnos de sexto irán solo un día en cada una de las tres semanas de curso que quedan.
Los únicos que podrían ir cada día, de 9 a 13 horas y sin comedor, son los alumnos de 3 a 6 años. No obstante, este grupo que, a priori, podría haber sido el más numeroso, no lo será porque pocas familias han decidido llevar a los niños. El dato ya se conoce porque las escuelas realizaron encuestas a las familias. Para poder utilizar este servicio de acogida era necesario avisarlo con anterioridad.
En algunos institutos consultados, los alumnos no comenzarán a ir al centro hasta mediados de semana. En el caso de los de segundo de bachillerato, que se preparan para la selectividad, algunos ofrecen acudir presencialmente a aclarar dudas a asignaturas concretas y otros a ir durante varias horas, también por turnos.
Jean-Marc Segarra, director de los Serveis Territorials d’Educació en el Camp de Tarragona, explica que la totalidad de las escuelas e institutos de la región abrirán mañana y destaca que más del 90% de los alumnos de escuelas e institutos, independientemente de su nivel educativo, pasarán por sus centros educativos al menos un día entre el 1 y el 19 de junio para tener una sesión con sus tutores.
Destaca Segarra que en todos los centros se cuenta con las medidas de seguridad y con el personal necesario para atender a los alumnos. No harán trabajo presencial los docentes con factores de riesgo y, aunque existía la posibilidad de que tampoco acudieran, por medidas de conciliación, los que tuvieran personas dependientes a su cargo «en su mayoría estarán trabajando, por lo que les estamos muy agradecidos». Solo en unos pocos centros donde coincidían profesores con factores de riesgo y con medidas de conciliación se ha tenido que contar con docentes de otras escuelas.
Llamamiento a no abrir
Ayer la Junta de Personal Docent dels Serveis Territorials d’Educació de Tarragona, en la que se encuentran representados los principales sindicatos de la educación, emitía un comunicado en el que se oponía a la reapertura de los centros «ante la evidencia de que no se han abocado los recursos necesarios para preservar la seguridad de la comunidad educativa». Los sindicatos, que anuncian que pedirán responsabilidades a Bargalló en caso de cualquier incidencia, calificaron la reapertura de «irresponsable».
El presidente de la junta, Juan Carlos Feijoo, apuntaba que la responsabilidad de la seguridad se dejó en manos de las direcciones de los centros sin tener los conocimientos técnicos, lo cual produjo grandes disparidades. La junta instó a los directores a replantearse la apertura si no se pueden cumplir las medidas.
Cerrar ciclos
Más allá de las consideraciones de seguridad, algunos docentes consultados consideran que para los alumnos que terminan etapas es importante tener al menos un último contacto «nosotros aprovecharemos para terminar de realizar sesiones de orientación, que son importantes en un momento en que los alumnos tienen que decidir su itinerario educativo. Es algo que hemos ido haciendo de manera virtual, pero hay chicos que necesitan hablar de tú a tú» explicaba Ester Maijó, directora del Institut Campclar.