La ciudad de Tortosa cuenta con un impresionante patrimonio histórico y monumental que vale la pena recorrer y descubrir, junto con los atractivos naturales del río Ebro. Certificada por la Agència Catalana de Turisme con los sellos Naturaleza y Montaña en familia, Ciudades con Carácter y Cicloturismo, la capital del Baix Ebre ofrece una gran variedad de actividades al aire libre para aprovechar al máximo cualquier tipo de escapada.
Una forma inmejorable de conocer en familia el vasto patrimonio local es través del Juego de la Cucafera. Se trata de un nuevo producto turístico que invita los participantes a seguir un itinerario por diferentes puntos de la ciudad: desde el Museo situado en el antiguo Matadero (un imponente complejo modernista), pasando por el Passeig de les Cultures, los Jardins del Príncep, los Reials Col·legis (joya arquitectónica del Renacimiento catalán), la plaza de la Cinta, el palacio Despuig, la céntrica calle San Blai o el Palacio Oliver de Boteller, hasta llegar a la gran plaza frente al río que preside la Catedral de Santa Maria.
Durante el recorrido hay que superar una serie de pruebas y los participantes que las completan obtienen un diploma de exploración.
La guía para hacerlo es la Cucafera, una especie de animal mitológico con elementos de tortuga y cocodrilo, que forma parte del bestiario y las costumbres de la ciudad desde hace siglos, y que hace las delicias de los más pequeños.
Para participar, solo hay que recoger el folleto del juego en la Oficina de Turismo. La actividad es gratuita y está disponible durante todo el año.
Completar las pruebas permite a los participantes obtener el diploma de «Explorador de Tortosa» y si se consigue superar todas las pruebas y retos, hay un obsequio, reconociendo el esfuerzo y el ingenio de los más pequeños.
El juego se ha editado en catalán, castellano, inglés y francés, con el objetivo de fomentar el turismo familiar, incrementar el tiempo de estancia y el interés de los visitantes para conocer en profundidad la historia y los monumentos de la capital del Baix Ebre, con restos desde época romana hasta la Edad Media o el Renacimiento.