La ciudad de Tarragona es, con Barcelona, la capital catalana con peor estado de conservación de sus viviendas. En dos de cada diez (un 22%) se han detectado deficiencias. Es lógico, puesto que esta ciudad es, también con Barcelona, la capital con el parque residencial más viejo y con edificios menos accesibles, pues un 33% no tienen ni ascensor.
Además, el 80% de las construcciones que deberían haber pasado la Inspección Técnica de Edificios (ITE) no lo han hecho.
Inmuebles de las capitales de provincia de Catalunya con un estado de conservación ‘malo’ o ‘regular’
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Tarragona (COAATT) ponen de manifiesto una situación que no solo afecta a Tarragona y que puede derivar en peligrosas consecuencias, como el episodio del pasado mes de septiembre en la calle Unió: hubo que desalojar, por peligro de hundimiento, un edificio que no había superado la ITE en 2022.
Según indica el COAATT, de los casi 120.000 edificios de las comarcas del Camp de Tarragona con 45 años o más de antigüedad y que, por tanto, deberían haber pasado la inspección, se calcula que solo lo han hecho unos 24.000, un 20% del total.
De los casi 120.000 edificios de las comarcas del Camp que deberían haber pasado la inspección, se calcula que solo lo han hecho unos 24.000
Los datos, tal y como indica el Col·legi, «ponen en evidencia la poca eficiencia de las campañas informativas de estos años». Además, de los edificios revisados, un 92,8% presentan deficiencias, la mayoría importantes.
Cabe destacar que casi el 60% de las patologías identificadas afectan a fachadas y cubiertas. Son, sin duda, los elementos de los edificios que sufren peor mantenimiento.
«La Administración debe fomentar la rehabilitación y puede subvencionar el coste de la inspección», Héctor Simón, director de la Càtedra UNESCO d’Habitatge de la URV
En detalle, los elementos arquitectónicos que presentan más patologías detectadas son la estructura de los techos y los suelos, especialmente azoteas y cubiertas, así como los revestimientos de las fachadas.
El citado organismo añade que el seguimiento que han realizado los ayuntamientos sobre el cumplimiento de la normativa y, por tanto, de la obligatoriedad de que los edificios pasen la inspección, ha sido muy bajo. En la mayoría de los casos, completamente nulo.
Los elementos arquitectónicos que presentan más patologías detectadas son la estructura de los techos y los suelos
Esto se ha traducido, entre otras consecuencias, en que no se ha impuesto sanción a ningún propietario por no pasar la Inspección Técnica de Edificios. Los ayuntamientos tampoco han promovido ayudas para financiar estas inspecciones.
Por otro lado, las campañas informativas de los años 2015 y 2023 no han llegado a las comunidades de propietarios ni tampoco a sus administradores, que tienen un rol clave para hacer pedagogía entre los propietarios.
El director de la Càtedra d’Habitatge UNESCO de la Universitat Rovira i Virgili (URV), Héctor Simón, mantiene que «la Administración debe fomentar la rehabilitación y podría subvencionar el coste de la inspección [que, en un edificio de diez viviendas, es de unos 75 euros por propietario]».
«El seguimiento de la normativa vigente por los ayuntamientos ha sido muy bajo», COAATT
El miedo está en que la inspección no salga según lo previsto, deje a la vista alguna carencia estructural del edificio y, entonces sí, haya que rascarse el bolsillo de verdad. «El problema real es lo que hay que hacer si la inspección es desfavorable; se trata de una gran inversión».
Edificios antiguos sin conservar
«Una parte importante del parque no se ha construido con criterios de accesibilidad ni de eficiencia energética», comenta Simón. Tarragona es la segunda capital catalana con más edificios levantados antes de 1980, con 39.808 –un 59% del parque total de viviendas–.
El miedo está en que la inspección deje a la vista alguna carencia estructural del edificio y haya que rascarse el bolsillo
Barcelona, por su parte, cuenta con un distante 83%, mientras que Girona tiene un 42% y Lleida un 52%. Tarragona es la capital en la que hay más edificios de viviendas sin ascensor: un 33% del total, por el 21% de Lleida, el 23% de Barcelona y el 25% de Girona.
El abogado, experto inmobiliario y exadministrador de fincas tarraconense Manuel Sosa indica que «hay edificios que tienen más de cien años en la zona portuaria, en la calle Reial, Apodaca... y no tienen ascensor. Muchos eran de un solo propietario, la llamada propiedad vertical; después llegó el boom».
«Hay muchos edificios en Tarragona de más de cien años», Manuel Sosa, abogado, experto inmobiliario y exadministrador de fincas
Durante el tardofranquismo, a partir de los años sesenta, se levantaron bloques de rápida construcción y de calidades muy básicas y económicas. Se crearon barrios enteros con esas construcciones, que entonces dieron solución al problema de la vivienda y al crecimiento demográfico del país».
Para Sosa, «obviamente, esas viviendas que tienen más de cincuenta años deben actualizarse o renovarse con materiales y eficiencia energética actuales».
Tarragona es la capital en la que hay más edificios de viviendas sin ascensor: un 33% del total
En este sentido, tal y como ya publicó el Diari, ocho de cada diez viviendas que se revisan en Tarragona son ineficientes y malgastan energía. Este problema que no es propio de Tarragona, sino que se traslada a todo el país, pero que afecta especialmente a zonas con edificios más antiguos, como los barrios de Ponent. El reto de los próximos años es incidir en la rehabilitación y también en la eficiencia energética de los edificios.
