Dejar atrás las batalles de campanar y trabajar en equipo para impulsar la futura Regió Metropolitana de Tarragona. Este es el objetivo prioritario con el que trabajan el alcalde de Tarragona (Rubén Viñuales) y la alcaldesa de Reus (Sandra Guaita), que ayer escenificaron tras la visita que la mandataria de la capital del Baix Camp realizó en la Plaça de la Font con la presencia de varios ediles de la mayoría de partidos del pleno municipal.
Lejos del protocolo y de los mensajes vacíos, el encuentro entre los dos principales líderes políticos de la demarcación –que estrenan cargo tras imponerse en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo– fue resolutivo. «Hem anat per feina», destacó Viñuales. De hecho, en los cuarenta minutos que se alargó esta primera toma de contacto se acordó la creación de cuatro grupos conjuntos de trabajo, con la idea de avanzar en la definición de estrategias y proyectos territoriales para tener un primer documento consensuado en seis meses «que marque la hoja de ruta», recalcó Guaita.
«Debe escucharse al territorio»
La voluntad compartida es la de comprometerse a que la creación del futuro ente territorial de la Regió Metropolitana pueda materializarse en el Parlament de Catalunya y pase a ser una realidad administrativa, al estilo de lo que ya es la de Barcelona. Antes, sin embargo, también será necesario que «el Govern escuche al territorio» en la redacción del Pla Director Urbanístic (PDU) del Camp de Tarragona que la Generalitat ya ha empezado a elaborar y que espera tener listo entre 2025 y 2026, según se anunció antes de los comicios locales de hace dos meses.
Sobre ello, los dos alcaldes se mostraron críticos con la gestión de la corporación autonómica. «A veces, a la Generalitat se le olvida que la competencia de planificación urbanística es municipal, y tiene tentaciones de vulnerarlo», lamentó Viñuales, a lo que Guaita añadió que el futuro plan director urbanístico «debe incorporar la visión del territorio. Por esto queremos definir qué queremos ser y trasladarlo al Govern».
Puertas abiertas
De momento, Tarragona y Reus, a la espera de que en el futuro se incorporen más municipios, han acordado poner en liza cuatro grupos de trabajo que se reunirán cada cuatro meses. Estas delegaciones «serán pragmáticas y eminentemente técnicas», según detalló Viñuales, a lo que Guaita puntualizó que también «trabajarán con líneas políticas». La primera de estas comisiones se centrará en el territorio y la movilidad, una cuestión en la que el futuro tranvía, el transporte público y «el eje compartido de la T-11» tendrán un gran protagonismo, según afirmó la alcaldesa de Reus. Otro de los puntos de encuentro será la promoción turística y de ciudad, un apartado en el que en los próximos tiempos Salou puede tener un especial acento.
Asimismo, la transición energética y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) protagonizarán la tercera pata de los contactos embrionarios de la futura Regió Metropolitana. Sobre este punto, Rubén Viñuales puso sobre la mesa la posibilidad de explotar una compañía pública de energía territorial, un punto con el que ya cuenta la capital del Baix Camp a nivel local y que Tarragona se ha planteado impulsar mediante una empresa municipal. En esta comisión también se abordará el futuro industrial de las comarcas tarraconenses. Asimismo, el cuarto eje será la gestión de los residuos.
Sobre todo ello se espera tener un primer documento «con objetivos compartidos» a finales de enero de 2024. En base a este primer trabajo empezarán las reuniones entre los representantes de los ayuntamientos de Tarragona y de Reus, que serán los que inicialmente impulsarán el «deshielo» de los objetivos territoriales. «Lo empezamos nosotros dos, pero esto ni será un club privado ni somos una polis griega. Por población e historia tenemos la obligación de iniciarlo. Queremos recuperar el liderazgo y la capitalidad del territorio con la colaboración del resto de municipios, ya que los retos que tenemos cada vez son más transversales y menos individuales», destacó el alcalde de Tarragona, quien como vicepresidente primero de la Diputació también se encargará de este proyecto desde la administración provincial.
Por su parte, Guaita también abre las puertas a la incorporación de la «experteza y conocimiento» de otras poblaciones. «La pandemia nos ha evidenciado de que solos tenemos poca fuerza», por lo que tiene claro que «ahora es el momento de trabajar conjuntamente para dar respuesta a lo que los ciudadanos y el territorio necesitan», enfatizando que, a diferencia de los intentos fracasados del pasado, en este mandato «hay voluntad política y fondos europeos para que pueda ser una realidad. Se acercan meses de mucho trabajo para poner las bases de una estrategia conjunta para ser la referencia del sur de Catalunya», avanzó.
El nuevo mandato empieza, pues, con la voluntad de enmendar viejos errores del pasado. ¿Misión imposible?