Justo hoy se cumplen seis meses de las elecciones municipales en las que Rubén Viñuales (PSC) arrebató la alcaldía a Pau Ricomà (ERC). Tras una tensa campaña electoral, el pasado 28 de mayo los socialistas recuperaron la vara de mando de la Plaça de la Font, en unos comicios en los que el pleno quedó nuevamente muy fragmentado, con un solo partido en minoría en el gobierno y con el ascenso meteórico de PP y Vox, que protagonizaron el gran tsunami de la cita con las urnas.
Como ya le sucediera el pasado mandato a Esquerra, todo hacía presagiar una gobernabilidad casi imposible para Viñuales. Sin embargo, medio año después, el PSC ya tiene 20 votos asegurados para el primer presupuesto municipal del mandato que se votará mañana: los 9 del PSC, seis de ERC, tres de Junts y los dos en En Comú Podem.
De esta forma, Viñuales arrincona a Vox y PP en su primer examen de las cuentas, tejiendo un bloque de 20 ediles en la Plaça de la Font en un contexto de nuevo gobierno en el Estado y con la amnistía al 1 de octubre en la agenda inmediata del PSOE.
El 74% del Saló de Plens
Después de que la pasada semana fuera ERC la primera formación que confirmó su apoyo a las cuentas del gobierno socialista, ayer fue Junts el partido que oficializó su «sí». El portavoz de la formación juntaire, Jordi Sendra, destacó que el ejecutivo de la Plaça de la Font ha aceptado incluir en las previsiones del próximo año «el 95% de nuestras peticiones».
Entre estas, el líder de los soberanistas destaca que las cuentas incorporarán partidas como «la Oficina de Promoció del Català, impulsar la recuperación de la Quinta de Sant Rafael y de Sant Simplici», así como concretar «un plan de asfaltado de las calles del centro de la ciudad y de los polígonos industriales, bajar el sueldo de los cargos electos y la adquisición de más drones».
Asimismo, Sendra disparó también contra ERC, que durante el proceso de conversaciones para los impuestos definió a Junts y ECP como «los socios prioritarios del PSC durante este mandato». «Aplaudimos que los que decían esto hace semanas, ahora hayan pasado al ‘sí’ por el miedo a no volver a quedarse arrinconados con PP y Vox», aseguró Sendra.
Por su parte, la asamblea de los Comuns, como ya hiciera la pasada semana la de Podemos, dio ayer el aval a Jordi Collado para aprobar las cuentas. La militancia de Catalunya en Comú aprobó con una sola abstención votar «sí» al presupuesto «porque nos permite desarrollar los principales puntos de nuestro programa electoral», según enfatizó Collado.
Entre otras cuestiones, los progresistas valoran «el impulso a la reserva marina y que se creará la figura jurídica para proteger la Anella Verda», así como que «se confeccionará un plan de usos de la Part Alta, se invertirán cinco millones de euros para climatizar escuelas e institutos y se cederá un terreno municipal a la Generalitat para la construcción de una residencia pública para gente mayor».
La calma tras el tsunami del 28 de mayo llega a la Plaça de la Font en forma de bloque de 20 ediles o, lo que es lo mismo, el 74% del Saló de Plens. Lo nunca visto.