La Catedral de Tarragona acogió el domingo uno de los platos fuertes del programa cultural de los Juegos Mediterráneos, que se inauguran el próximo 22 de junio. La Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) y la figura del maestro Pau Casals enlazaron en su concierto los Juegos Olímpicos celebrados en París en 1924 con los del 2024, también en París, y la cita deportiva tarraconense.
El acto contó con la presencia de Marta Casals, la viuda del músico y vicepresidenta y cofundadora de la Fundació Pau Casals, que fue la primera en dar la bienvenida a los espectadores. «Estoy muy emocionada de encontrarme en esta iglesia», decía. En su discurso expuso que este concierto le hacía recordar la Orquestra Pau Casals, que el mismo artista fundó en 1920. «Espero que este acto en el que el recuerdo de Pau Casals une de nuevo los valores la música y el deporte mantenga vivo para las futuras generaciones la fuerza del legado de Pau Casals en esta tierra que tanto amaba y donde pasó los primeros años de su vida. La música y el deporte nos hacen dignos y libres», concluyó Marta.
Por su parte, Àngel Simon, presidente ejecutivo de Agbar, uno de los colaboradores del concierto quiso remarcar su compromiso en dar apoyo a «iniciativas importantes como los Juegos Meditárraneos, y también a iniciativas culturales que sin duda ayudan a estrechar lazos no solo entre comunidades cercanas sino también entre las dos partes del océano».
Finalmente, el alcalde Fèlix Ballesteros dijo estar seguro de que «el Maestro estaría muy orgulloso de como la paz se refleja en estos Juegos. Participan países que lo están pasando tan mal como Siria, Líbano, Libia, Egitpo...en una fiesta que solo teje puentes y complicidades. Efectivamente la cultura, el deporte los une como pocas cosas lo puede unir».
El concierto arrancó con Oberon, Apertura, de Carl Maria von Weber. La OBC interpretó también la Sinfonía número 3, en mi bemol mayor Op. 55 (conocida como Sinfonía Heroica) de Beethoven. Es la obra más interpretada de la Orquestra Pau Casals. El concierto acabó con El cant dels Ocells, la canción tradicional catalana popularizada por Casals. El público acabó emocionado aplaudiendo de pie y Marta abrazó al director de la orquesta, Kazushi Ono.