Una emotiva procesión para inaugurar el Año Jubilar en Tarragona

El arzobispo Joan Planellas presidió la peregrinación desde el Seminari hasta la Catedral, acompañado de la cruz de los gitanos

29 diciembre 2024 18:27 | Actualizado a 29 diciembre 2024 18:27
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Los cristianos del mundo han celebrado hoy el inicio del año jubilar. En Tarragona también. Se trata de una festividad que tiene lugar cada 25 años y que consiste en dar el perdón general, en reparar los daños y las deudas, y en una buena dosis de indulgencia para todo el mundo. Para que nos entendamos, es un año en el que hacemos «borrón y cuenta nueva», explica mosén Joaquim Gras, director del Secretariat de Pelegrinatges i Jubileu 2025.

La tarde de celebración ha empezado en la capilla de Sant Pau del Seminari. Allí se han llevado a cabo los rituales iniciales, las invocaciones a Jesucristo y las lecturas del evangelio, además de la salutación del arzobispo Joan Planellas.

Tal como pidió el papa Francisco, a continuación se ha celebrado una peregrinación desde el Seminari hasta la Catedral. La procesión ha estado presidida por el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, y abría la comitiva la cruz de la parroquia de la Santíssima Trinitat, también conocida como la cruz de los gitanos. Y es que para todos es conocido la buena relación entre el arzobispo y el colectivo.

Detrás de la cruz y del máximo representante de la iglesia de Tarragona, desfilaban el resto de presbíteros y los fieles. El arzobispado no invitó expresamente a nadie. Fue quien quiso.

A llegar a la Catedral y después de hacer una invocación a la cruz, las puertas de la basílica se han abierto de par en par para que la comitiva pudiera entrar. Desde el altar mayor se ha celebrado una misa de la mano del arzobispo Joan Planellas y que ha acabado con la bendición papal.

El perdón general

El Jubileo o el Año jubilar se remonta a una antigua tradición judía. Se celebraba cada 50 años y consistía en un año de clemencia y liberación para todo el mundo. En el año 1300, la Iglesia Católica quiso dar un significado más espiritual al Jubileo. Consiste en el perdón general, en la indulgencia para todo el mundo «y en la posibilidad de renovar la relación con Dios y con los otros», decía, durante su discurso, el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, quien añadía que «el Año Santo es siempre una oportunidad para profundizar la fe y vivir, con un compromiso renovado, el testimonio cristiano. La Iglesia Católica lo celebra cada 25 años, lo inaugura durante la Navidad del año anterior, y lo cierra el día de Reyes del año siguiente.

«Es una manera de empezar de nuevo, de reconciliarnos, con nosotros y los demás, de hacer borrón y cuenta nueva», decía mosén Joaquim Gras, quien añadía que «hoy es un día muy importante, en todo el mundo, en todas las catedrales, se celebra el Año Jubilar».

En el discurso de Planellas también se tocaron temas más incómodos, como pueden ser la difícil situación por la que están pasando algunos países en guerra, o las el sufrimiento de las personas que son víctimas de injusticias y desigualdades. Por todo ello, Planellas, en boca del papa Francisco, hizo un llamamiento a la esperanza y a la fraternidad.

El arzobispo también comunicó cuáles son los templos donde los fieles podrán peregrinar para vivir la gracia jubilar. Son la Catedral de Tarragona, la parroquia de la Mare de Déu del Lledó de Valls, el santuario de la Mare de Déu de Misericòrdia de Reus, el santuario de la Mare de Déu de la Serra de Montblanc y la parroquia de Sant Salvador del Vendrell.

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