Un rayo deja sin luz durante 20 horas a 550 familias de la Via Augusta y L’Arrabassada

Algunos restaurantes cifran pérdidas de más de 2.000 euros porque tuvieron que cerrar. El origen del problema fue una avería en el transformador de la calle Mercè Rodoreda

21 abril 2022 18:40 | Actualizado a 22 abril 2022 05:27
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Mauri Garcia, propietario de un gimnasio de la Vall de l’Arrabassada, ha estado 20 horas con el negocio cerrado por culpa de una avería eléctrica. Los bares y restaurantes de la zona se han visto obligados a tirar a la basura toda la comida que tenían en la nevera o en el congelador. Y los vecinos tuvieron que ir ayer a trabajar sin ducharse ni desayunar. La tormenta del pasado miércoles acabó con varios cortes de electricidad en algunas zonas de la ciudad. La más destacada se registró en la Via Augusta y en el entorno de L’Arrabassada, donde 550 familias se quedaron sin luz durante casi 20 horas.

Todo empezó pocos minutos después de las siete de la tarde del miércoles, cuando una tormenta eléctrica daba paso a un episodio de lluvias torrenciales. Los rayos y truenos no cesaron en toda la tarde. Hasta que uno de ellos cayó sobre un transformador de la calle Mercè Rodoreda, dejando sin luz a buena parte de los vecinos de la Vall de l’Arrabassada y de la Via Augusta. Durante todo el día de ayer, una treintena de equipos electrógenos trabajaron para sustituir el transformador. «No es una tarea fácil, y tampoco rápida, teniendo en cuenta que está lloviendo», decían fuentes de Endesa a este periódico, quienes añadían que «arreglar un problema como este en una zona urbana es más difícil que hacerlo en una de rural».

La avería dejó sin luz a 550 familias hasta las dos de la tarde de ayer, cuando el servicio se restableció en algunos puntos de Llevant. Otros de las zonas afectadas, como la Via Augusta o la urbanización Vileta de Mar, no han recuperado el servicio.

Josep Maria Bonachi, propietario del restaurante Can Bonachi, estaba ayer desesperado. Tuvo que cerrar el negocio durante todo el día, lo que le supuso unas pérdidas de entre 1.500 y 2.000 euros de facturación, sin contar que el 80% del género, que tenía en neveras y congeladores, tuvo que tirarlo. «Como hemos podido, gracias a un pequeño generador, se ha salvado una parte del producto fresco, pero la gran mayoría no», explicaba Bonachi, quien recriminaba la actitud «chulesca y desagradable» de la atención al cliente. «Me he tenido que quedar a dormir en el restaurante. Todo el rato me decían que al cabo de veinte minutos recuperaría la luz. Me mentían», comentaba el restaurador, quien ya tiene decidido que va a reclamar por el día perdido.

En esta misma situación estaba José Luis Rodríguez, quien regenta un espacio de cowork en la Vall de l’Arrabassada. «Hoy las empresas que tienen contratados despachos no han podido venir a trabajar», explica Rodríguez. También curiosa es la historia de Yasmina Armesto, vecina de la Via Augusta, que está pasando la Covid en su casa. «Hemos hecho lo posible para aguantar las baterías de los móviles», explicaba.

Más afectaciones

La tormenta del miércoles provocó importantes daños en la red eléctrica de prácticamente todo el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre. Fuentes de Endesa apuntaban que ayer por la mañana todavía quedaban 2.600 clientes sin servicio eléctrico. En la Pobla de Montornés se registraron 151 familias afectadas. En Vallclara y Ulldemolins se cayó un cable, dejando sin luz a 139 y 449 vecinos respectivamente. También se encontraban a oscuras municipios como Capafonts, Cornudella de Montsant –866 familias afectadas–, Valls –154–, Pradell de la Teixeta, Prades –433– y Godall –468–.

La protectora de animales se inunda y necesitan ayuda y material

El aguacero también se saldó con la inundación de las instalaciones de la Protectora de Animales y Plantas de Tarragona, ubicada en el Polígon Industrial Riu Clar.

Aunque se vieron afectadas todas las zonas, la que se llevó la peor parte es donde se encuentran los gatos, lo que obligó a las voluntarias a achicar agua hasta altas horas de la noche e, incluso, ayer por la mañana. La suerte, explica una de ellas, es que los animales están bien porque el instinto los llevó a trepar a las partes más altas.

Aunque todavía están haciendo valoración de los daños, ya está claro que hay materiales que han quedado inservibles y que han tenido que tirar. Es por ello que hacen un llamamiento a quienes puedan donar algunos de los materiales que se han perdido, como rascadores, casetas y mantas. También serán bienvenidos nuevos voluntarios.

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