Ayer fue un día para reconciliarse con el poder de la palabra desnuda, sin aspavientos ni fuegos de artificio. Esa es la esencia del TEDx Tarragona, un encuentro centrado en charlas cortas (18 minutos o menos) que transmiten ideas poderosas. El Palau de Congressos fue el escenario para el evento que reunió a 640 personas y en el que, desde los organizadores hasta los conferenciantes, participan de manera altruista.
Para quienes no estén familiarizados, TED (tecnología, entretenimiento, diseño) es una organización sin ánimo de lucro dedicada a «ideas que vale la pena difundir». Cada año se realizan eventos en más de 200 países, y de hecho, muchos las reconocen gracias a los vídeos de YouTube. En Tarragona el TEDx (la x significa que se organiza de manera independiente, desde el territorio) llegaba ayer a su quinta edición con los batecs (latidos en catalán), como tema principal.
Las guerras que vienen
Como peculiaridad, ayer el evento no abrió con una actuación musical (aunque sí las hubo después), sino con el vídeo de una charla ciertamente poderosa, la de la adolescente sueca Greta Thunberg, quien se ha convertido en una celebridad global gracias a su lucha contra el cambio climático.
Después de ella el encargado de abrir fuego fue el periodista de guerra Lluís Miquel Hurtado, que trabaja en países en conflicto desde 2012. Defendió que los reporteros de guerra no son suicidas, sino gente convencida de que lo que pasa hay que contarlo desde el terreno.
Y puso el ejemplo del pequeño Aylan Kurdi, muerto en una playa de Turquía, cuya imagen dio la vuelta al mundo. De no haber sido por la instantánea de la fotoperiodista Nilüfer Demir, aquel drama, como ya lo había comprobado Hurtado, habría pasado, una vez más, desapercibido.
En definitiva, que riesgos como pasar una frontera en el maletero de un coche valen la pena «para no olvidar que la guerra pasa allí, pero también podría pasar aquí».
De padres e influencers
Y de las grandes guerras a las más pequeñas pero igualmente cruciales, como la de la crianza de los hijos. Beatriz Muñoz, asistente Montessori y educadora de padres, describió como, por el sólo hecho de tener hijos, ya nos convertimos en ‘influencers’. Muñoz, autora del premiado blog tigriteando.com, recurrió al humor para describir situaciones reales que arrancaron una sonrisa a más de uno, aunque en el trasfondo se encontraba una reflexión bastante más profunda: ¿Realmente se respeta a los niños? ¿Qué pasaría si habláramos y actuáramos con otros adultos como lo hacemos con los niños usando gritos y amenazas? «¿Por qué lo que es absurdo en el trato con los adultos no lo es con los niños?... Cuando hay miedo no se aprende nada», destacó.
Después de Muñoz fue el turno de Irina Cohí, de 15 años, quien también habló de otro tema crucial, esta vez desde la perspectiva de los hijos: la toma de las decisiones que marcarán su futuro. Irina, alumna del Col·legi Mare de Déu del Carme, es una de los 110 alumnos tarraconense que participan en el TED club, destinado especialmente a los escolares y en el que este año participan también alumnos del Col·legi Sant Pau y el Sant Sebastià de Els Pallaresos.
La adolescente, que demostró un aplomo envidiable, hizo un valiente alegato del derecho que tienen los jóvenes de elegir su camino. Ella quiere dedicarse a la danza y tiene que lidiar, como muchos otros jóvenes en su situación, «con una sociedad hipócrita que consume cultura, series, música, películas...», pero que no apoya a quienes quieren dedicarse al arte.
Imposible describir cada una de las charlas. La antropóloga Neus Roig habló del drama sin resolver de los bebés robados; Ramón Gras, investigador de Harvard, dio pistas de lo que han hecho las ciudades más prósperas para convertirse en polos de innovación; Miguel Ángel Hurtado describió la lucha de quienes, como él, piden justicia para los abusos contra menores...
La jornada, que también se transmitió en streaming, dio para mucho. Quienes quieran recuperar las charlas podrán hacerlo en la web tedxtarragona.com.