Las tiendas para inmigrantes son cada vez más habituales en Tarragona. La añoranza provocada por la distancia que los separa de sus países y las ganas de degustar los sabores de su tierra ha aumentado significativamente la demanda de sus productos. Desde hace años, tiendas y supermercados de productos de diferentes continentes se están abriendo paso entre el comercio de Tarragona. Estos establecimientos, orientados al cliente inmigrante residente en Tarragona, también prestan servicio a los vecinos de la zona que no son miembros de su comunidad.
Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística, -el 1 de enero de 2024-, un 25,6% de los ciudadanos del municipio de Tarragona habían nacido en el extranjero, lo que supone un total de 36.086 personas. Por comunidades, destaca la presencia de 9.714 nacidas en Marruecos, 5.327 en Colombia, 2.096 en Argentina, 1.821 en Venezuela o 1.768 en Rumanía.
La calle Prat de la Riba alberga un supermercado que ofrece productos específicos de una de las principales comunidades de inmigrantes en Tarragona: la rumana. En la tienda, que está ubicada en el número 19, se puede encontrar todo tipo de productos de alimentación de Rumanía y también muchos productos básicos. Su dueña, Silvia Gheorghe, explica que la idea surgió hace 17 años debido a la existencia de una gran comunidad rumana en Tarragona. «Pensamos en traer cosas para que la gente pueda recordar sus productos», afirma Gheorghe. La tienda abrió primero en calle Caputxins y, hace 11 años, se trasladaron a un local más amplio en Prat de la Riba. «Uno, cuando está fuera de su país, lo echa todo de menos», admite. El repollo fermentado, el queso fresco y la carne ahumada son los productos que más vende. A pesar de que la mayoría de sus clientes son rumanos, Gheorghe indica que también tiene muchos catalanes y también latinos.
La presencia de productos de Latinoamérica es cada vez más habitual, ya sea en los grandes supermercados o en las pequeñas tiendas de ultramarinos, pero destaca la presencia de dos supermercados específicos de productos latinos en el centro de Tarragona.
Matrimonio peruano
Gilberto Del Aguila y Juana Eneyri son un matrimonio de origen peruano que regentan un supermercado de productos latinos desde hace ya nueve años. Su hijo John fue el impulsor del negocio, la Tienda Latina, ubicada en el número 9 de la calle Sevilla, que ofrece una gran variedad de productos de toda Latinoamerica. «Como hay tanta gente latina en Tarragona, de muchos países diferentes, hay mucha demanda, y por eso se nos ocurrió abrir la tienda» explica Gilberto. Aunque apunta que ofrecen género de los cinco continentes, su tienda está especializada en productos latinos y la mayoría de sus clientes son latinoamericanos. En su supermercado, los comida como el chorizo colombiano, los quesos latinos, el pisco peruano y el aguardiente de Colombia son los que más éxito tienen.
«En esta campaña hemos incorporado el turrón San José y el Panetón d’Onofrio, ambos típicos de Perú, y también el Colmaiz, los famosos buñuelos colombianos», explica el responsable del establecimiento mientras sus clientes van pasando por la caja. Gilberto estima que aproximadamente un 80% de sus clientes son latinos.
Este de Europa
Anna Nepomnyashchikh es una de las encargadas de la cadena de Supermercados Mini Mix, especializada en productos rusos y del Este de Europa. Abrió en Tarragona su supermercado en diciembre del año pasado en el número 26 de la calle Sant Antoni Maria Claret. Lo que empezó siendo un negocio familiar, abriendo la primera tienda en Valencia el año 2002, se ha convertido en una cadena con 21 tiendas repartidas por toda España. Nepomnyashchikh explica que su establecimiento está orientado principalmente al cliente ruso-parlante residente en Tarragona, aunque también tienen productos de otros países del este de Europa, como Ucrania, Lituania, Letonia, Bulgaria o Rumanía, entre otros.
Algunos de sus clientes también son ciudadanos del Este de Europa que vienen a pasar las vacaciones en sus segundas residencias. En su supermercado se puede encontrar de todo, «es como un supermercado que te encontrarías en estos países», explica la encargada. Entre los productos estrella destaca el kefir o la nata agria. «Ahora, el kefir se ha vuelto más popular aquí, pero allí se ha consumido siempre», expone. Los embutidos, pescados ahumados y el arengue salado también son muy demandados por sus clientes.
En la calle Pere Martell hay Apetit Tarragona, otra tienda rusa que abrió hace un año en la ciudad. El establecimiento, que empezó vendiendo productos rusos, también ha acabado ofreciendo género de todo el Este de Europa. Allí está Elena Rubio, que abrió el negocio junto a su marido Alexander, ambos de Bielorrusia. La tienda de Tarragona es el segundo establecimiento que abren. Hace cuatro años que regentan otra tienda de productos rusos en Cambrils. «Comenzamos como tienda rusa, pero empezaron a venir muchos clientes de Ucrania, Polonia, Rumanía y Lituania. Y fuimos ampliándolo», explica la encargada. Recientemente han incorporado productos de Georgia.
Revivir los sabores de la tierra
«Al final, la gente que vive lejos de sus países quiere degustar sus productos, sus embutidos, sus tés, sus bebidas y sus dulces», explica. Aunque también entran españoles, mayoritariamente sus clientes son del Este de Europa. El producto que más se vende son los raviolis, el arengue salado, el pescado ahumado y dulces típicos.
Ali Balkhir se decidió a abrir en abril de 2016 la Carniceria Chaymae. Un establecimiento halal ubicada en la calle Fortuny 27 donde se pueden encontrar también todo tipo de productos halal. Aunque la carne es su producto estrella, su tienda ofrece todo tipo de productos típicos del norte de África, como Marruecos o Argelia, pero también de otros países del mundo. Ali comenta la diversidad de clientes que tiene: latinoamericanos, españoles y marroquíes, entre muchos otros.