A Josep Pau Virgili no le ha faltado compañía durante estos días. Desde su eterno banco, en la Rambla Nova, observa y analiza a todo aquel que pasa. A lo largo de las últimas jornadas, ha visto a muchas personas con cámaras, que se hacían fotos junto a él. Ya está acostumbrado.
El bronce del avi de la Rambla es una de las atracciones más fotografiadas de la capital, que esta Semana Santa ha registrado buenos datos de ocupación turística a pesar del intermitente estado meteorológico.
Si bien ha habido lluvias y, en los momentos en los que no las había, amenazaba con haberlas, el agua no ha hecho tanto daño como habría podido hacer y el patrimonio local ha sido admirado tanto por el público local como por el foráneo.
La Part Alta es siempre la joya de la corona. Desde el Amfiteatre hasta la Catedral, pasando por el Circ-Pretori, el Passeig Arqueològic... calles y calles que rebosan historia a raudales. No faltaron los curiosos que todo lo fotografiaban, ni los despistados que intentaban encontrarse en el mapa de la Plaça de la Font.
No faltaron tampoco los que quisieron acercarse a sentir el mar y a experimentar la paz que transmite el sonido de las olas en el Serrallo. Terrazas llenas pese a los nubarrones, el barrio marítimo de Tarragona también contó con visitantes que pasearon a través de la Marina Port Tarraco para observar los yates y megayates que allí se ubican.
El sector, contento
El presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Tarragona ciudad, Javier Escribano, comenta que «la ciudad se ha llenado con un turismo familiar y de calidad durante la semana entera».
Por su parte, desde la Associació Hotelera de Tarragona ciudad, Xavier Jornet, su presidente, confirma que «la Semana Santa siempre conlleva llenos en los días festivos».
En este sentido, afirma que el jueves, el viernes y el sábado, se llegó prácticamente al 100%, mientras que este domingo se registró alrededor de un 70% de ocupación. «Cuando la Semana Santa cae en abril, hay más anticipación en las reservas porque también hay más previsión», destaca Jornet.
Los dos coinciden en que, a pesar de que se ha avanzado en la desestacionalización durante las últimas temporadas, aún hay que trabajar para consolidarla, pues expresan que Tarragona cuenta con el punto a favor del patrimonio, atractivo para el turismo durante los doce meses del año.