El Ayuntamiento de Tarragona prevé crear un centro de día para personas sin hogar. Así lo explica la concejal de Serveis Socials, Carla Aguilar-Cunill, quien señala que con este recurso se podrá ir más allá de la atención de emergencia que ya se brinda en la ciudad.
Actualmente se está buscando una ubicación para el nuevo centro, que será gestionado directamente por al Ayuntamiento, y que podría ponerse en marcha en un plazo de dos años.
Señala Aguilar-Cunill que la creación del recurso obedece a una recomendación de los propios técnicos de Serveis Socials para poder hacer una atención integral sobre estas personas «a nivel psicológico y también de acompañamiento en lo que se refiere a las dependencias y a las dificultades económicas y de inserción laboral».
En este sentido, en los presupuestos del año que viene, pendientes de aprobación, también se contempla la puesta en marcha de un piso de transición, especialmente pensado para personas que, con un pequeño impulso, pueden conseguir su inserción sociolaboral.
Primera acogida
En Tarragona ya existe un Punt d’atenció a Persones Sense Sostre que funciona dentro de la sede del IMSS, en la Plaça Prim.
En este servicio, que atiende de 9 a 14 horas, se hace una primera acogida, se coordinan con otros servicios y se trabaja a pie de calle para informar a las personas que están en la vía pública de los servicios disponibles.
Por otra parte, justo este mes se cumplen dos años de la puesta en marcha de la Xarxa d’atenció integral a les persones sense llar de Tarragona, en la que, por primera vez, se integraron las entidades no gubernamentales que se ocupan de este colectivo, así como los servicios de las diferentes administraciones.
El trabajo de la red permitió, por ejemplo, saber los días que Creu Roja ofrece un servicio de duchas, lavandería y peluquería o cuándo algunas entidades dan cenas en diferentes zonas de la ciudad.
En enero próximo la red realizará una jornada técnica en la que se presentarán los resultados del informe del recuento de personas sin hogar que se realizó en mayo y en el que se ubicó a 84 personas durmiendo en la calle.
Más hombres jóvenes
Una de esas entidades es Bonanit, que cuenta con 20 plazas para dormir en su propio albergue y otras 10 en dos pensiones para ofrecer una cama a estas personas durante hasta 15 días. Así lo explica su director, Josep Maria Carreto, quien reconoce que esta no es la solución para estas personas, pero al menos les da una tregua «para que descansen y se recuperen». La estancia, además, se amplía si el caso lo amerita.
Explica que el perfil de las personas que atienden en la fundación no ha variado sustancialmente en los últimos años. Se trata mayoritariamente de hombres de mediana edad, aunque cada vez acuden más jóvenes.
También han comenzado a atender a algunos jóvenes que han sido menores inmigrantes no acompañados, aunque advierte que «no es lo más frecuente... Los que hemos tenido son personas educadas que han sabido aprovechar el recurso que se les daba».
Vivir y dormir en la estación
Pese a todo, en la ciudad hay casos que recuerdan la complejidad del problema, como el de un joven que vive y duerme en un andén en el exterior de la estación de autobuses. Hace semanas que está en un rincón, en el sitio donde se cogen los autocares a Barcelona.
No habla con nadie, solo un viajero dice que ha cruzado algunas palabras con él y por eso sabe que es marroquí y que rechaza cuando le dan dinero o si le ofrecen una manta (va siempre con la misma y descalzo).
En la estación les consta que Serveis Socials ha intentado llevarle, con la asistencia de la Guàrdia Urbana, a un centro sanitario, pero, como es mayor de edad y se niega, el proceso para atenderle está siendo complicado.
