Lejos queda ya aquella inmensa carpa blanca que ocupaba la totalidad de la ‘plaça del Mercat’ hace años y que cambió la apariencia del centro de Tarragona durante una década. Ayer se cumplieron siete años desde que los paradistas del Mercat Central dejaron definitivamente esa ubicación ‘temporal’ y volvieron a sus puestos en el interior del edificio, ya reconstruido. Para celebrarlo, Mercats de Tarragona y la conselleria de Comerç del Ajuntament organizan varias actividades con el objetivo de reivindicar el carácter del Mercat en el centro de Tarragona: producto de calidad y de proximidad, confianza y cercanía de los paradistas y epicentro neurálgico cultural y social de la ciudad.
A lo largo de la mañana, decenas de personas han podido disfrutar de las raciones de fideuá y boquerones fritos gracias a l’OPP Peix Blau de Tarragona, una joven organzación que abandera la calidad del producto pesquero tarraconense. Con una compra superior a 30€ en el Mercat, los clientes recibían una consumición en la plaça Corsini, o bien a un precio testimonial de 3€.
«El pescado azul y el fresco de Tarragona es bien conocido pero estos últimos años se ha perdido su consumo porque la gente compra congelados. Actos como este hacen que la gente vuelva a comer y pruebe cosas nuevas, que no pierdan el contacto», explicaba al ‘Diari’ Oscar Rillo, presidente de los productores de Peix Blau de Tarragona. Este sábado se han cocinado 500 raciones de fideuá y 500 más de boquerones fritos con harina de garbanzo, de uso poco habitual. Los comensales ocuparon todas las mesas que se habían instalado al aire libre ya por el mediodía.
Por la mañana, con una plaça Corsini ambientada con música y buen tiempo, también se ha celebrado el sorteo del cerdo, la tradicional ‘Rifa del Porc’ previa als Tres Tombs. Con una infantil mano inocente se escogió el ganador de varios productos cárnicos, ofrecidos por los paradistas del Mercat Central, un acto que liga la tradición antigua de sortear un cerdo y un cordero por las fechas próximas a Sant Antoni, después de haberlos paseado por la ciudad. La rifa se realizó con la presencia del Gremi de Pagesos, organizadores dels Tres Tombs, y de Marta Lafuerza, presidenta de los paradistas del Mercat. «Estamos muy contentos con este Mercat, es como tener un Ferrari y estamos muy orgullosos; todavía tenemos mucha vida y muchos proyectos por hacer realidad», decía Lafuerza.
El sorteo se hizo aprovechando la proximidad con los Tres Tombs de Tarragona, la cabalgata con carros y caballos que se realizará hoy domingo al mediodía por la Rambla Nova y otras calles del centro de la ciudad. Además, el Mercat se sumó a la celebración de los payeses con la exhibición, en el interior del edificio, de un carro de grandes dimensiones de principios del siglo XX, cedida por el coleccionista de carros Jordi Rovira. La carreta exhibida es un ejemplar histórico con una barca de pesca.
Cata de vinos tarraconenses
Ya por la tarde es el turno del vino de proximidad con un taller de cata. El enólogo tarraconense Pol Aluja cuenta con productos gastronómicos de la parada de Alber Ribot para acompañar la cata de vinos de cada una de las cuatro denominaciones de origen que existen en la provincia de Tarragona. Los participantes pueden disfrutar de los cuatro estilos diferentes en una experiencia enriquecedora que se repetirá en el Mercat Central el próximo 27 de abril. Se pueden adquirir las entradas a 25€ a través de www.entradium.com.
Más allá del aniversario de la reapertura del Mercat, que llegó tras diez años de obras que se alargaron más de lo esperado, se han previsto otros actos aprovechando el calendario. Es el caso de la docena de pollitos de Pascua de gran formato, obra del artista Edu Polo, que se exhibían ayer en el interior del Mercat. Estos se esconderán por los pasadizos y paradas con el objetivo que los niños y niñas los encuentren durante sus visitas al mercado.
La intención es que las ilustraciones de los pollitos se añadan al conjunto de personages del imaginario popular catalán que el Mercat Central quiere poner en valor desde hace unos años. Como ocurre, de hecho, con la Vella Quaresma, que espera en el Mercat desde Carnaval y que, con solo dos piernas por cortar de las siete iniciales, nos indica que ya queda poco por Semana Santa.
El Mercat Central, siete años siendo el núcleo comercial del centro