Tarragona es la capital de provincia con un mayor índice de robos en domicilios por cada 100.000 habitantes. Así lo pone de manifiesto el balance de criminalidad que el Ministerio del Interior publica de forma trimestral, que apunta a que, entre los meses de enero y marzo de este año, se han producido en la ciudad un total de 105 asaltos, unos 77 por 100.000 ciudadanos. A la ciudad la siguen Barcelona, con 65 infracciones; Lleida, con 63; Murcia, con 59; Valencia, con 58; Castellón de la Plana, con 52; Albacete, con 50; Girona, con 49; Alicante, con 47, y Santander, con 45.
Esos 105 sucesos que documenta el Ministerio en Tarragona –cuyos registros recogen datos de la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra y los diversos cuerpos locales–, suponen un aumento del 78% en comparación con los 59 que se documentaron en el primer trimestre del año pasado, que, por otra parte, marcó un récord: en toda la serie histórica desde 2016, primer año del que hay datos, fue el primer trimestre con menos robos con fuerza en domicilios.
No obstante, también conviene resaltar que el de 2024 no se acerca a los peores primeros trimestres que ha vivido la ciudad. Para poner el dato en perspectiva, en los tres primeros meses de 2018, el año en el que más hubo, fueron 194 atracos –un 84,7% más que los actuales 105–. Desde ese 2018, la evolución fue disminuyendo hasta que se marcó el mínimo 2023.
Se da una dinámica parecida en el total de asaltos con fuerza: la suma de los que ocurren en domicilios y en establecimientos. Ahí, Tarragona ha documentado 170 sucesos entre enero y marzo, un 50,4% más que los 113 del mismo período de 2023.
Esos aumentos continuados empezaron tras el confinamiento, ya que, obviamente, la Covid-19 y la restricción del espacio público provocaron que todos los delitos disminuyeran, así que, como es normal, dichas infracciones se han incrementado después del ocaso de la pandemia.
Sin embargo, hay municipios como Cambrils, Reus, El Vendrell, Tortosa y Valls, en los que la variación interanual es negativa, es decir, donde los robos han bajado en el primer trimestre de 2024 en comparación con el del 2023.
Se da el caso de que en Valls han caído más de un 50%, mientras que en Amposta, Vila-seca, Calafell y Tarragona ha habido aumentos, siendo la capital la más afectada, con subidas del 78% para los robos con fuerza en casas y del 50,4% para el total de atracos en domicilios, establecimientos y otras instalaciones.
Pese al repunte actual, los datos de la ciudad quedan lejos máximos históricos, registrados en 2018
El global de la demarcación vive una situación parecida: es el tercer territorio de todo el Estado español con un mayor índice de robos con fuerza en domicilios por cada 100.000 habitantes, con 105 atracos. En el primer lugar, se encuentra la demarcación de Girona con 109 y, en el segundo, Castellón de la Plana, con 108. La evolución ha sido similar a la de la capital, con descensos durante la etapa del coronavirus y aumentos después.