La Semana Santa de Tarragona es tradición, pero también emoción, sentimiento e ilusión. Y si no solo hay que ver las fotografías tomadas por Jordi Granero. Estos retratos en blanco y negro hacen una radiografía perfecta de la Semana Santa tarraconense.
«El hecho de que todas sean en blanco y negro no es casualidad. Es mi firma y seño de identidad, pero además pienso que de esta manera las fotografías son atemporales y con el paso del tiempo no se dañaran», explica Granero. Aunque existen rincones muy bonitos en la ciudad donde poder capturar buenos instantes, lo cierto, es que el casco antiguo se lleva el protagonismo.
Precisamente en esto también coincide Marc Torija. En el 2008 decidió hacer el trabajo final de bachiller sobre esta festividad. «Me llamaba mucho la atención saber como se preparaban los opúsculos y las procesiones. Después de presentarlo empecé a indagar en el mundo de la fotografía. Al principio iba por libre, alquilaba una silla y hacía fotos de los pasos», comenta Torija.
Esto cambió en el 2015. Descubrió que la Agrupació d’Associacions de Setmana Santa de Tarragona facilitaba acreditaciones a los fotógrafos amateurs y no dudó en pedir una.
Durante el camino tuvo la suerte de encontrarse a buenos profesionales como Josep Ferrer, conocido como Fervi, y a Janet Calvo así como a Blanca Bertran de quienes ha aprendido y mucho.«Entre todos nos motivamos, pero también nos aconsejamos. Para mí son sin duda unos referentes», afirma Torija.
El tarraconense tuvo claro desde el primer momento que quería ir más allá. Es por eso que en vez de fotografiar a las personas que participan de la Semana Santa, decidió centrarse en los pasos.
«Cada año la luz es diferente. Suelo buscar sitios estratégicos para que las fotografías queden lo más profesionales posible. Busco la esencia real de esta festividad», añade Torija.
Aunque antes iba a las procesiones a verlas venir, el joven confiesa que ahora la dinámica ha cambiado.
«Durante los días previos estudió donde me situaré y qué es lo que quiero capturar. No paro hasta conseguir el resultado que quiero. Y cuando lo tienes, la satisfacción es muy grande», dice.
Sus ganas de evolucionar y mejorar hacen que cada día intente reinventarse. Es ambicioso y el principal objetivo para esta Semana Santa es fotografiar durante la procesión del Viernes Santo, el paso de l’Oració a l’Hort de l’Associació La Salle Tarragona con la Catedral de fondo.
Y eso no es todo, a nivel personal, sueña con que algún día una de sus fotografías sea la escogida y se convierta en el cartel oficial de la Semana Santa. Algo que, Granero ya ha experimentado.
«Para mí fue el mejor reconocimiento que me han podido dar. Es todo un orgullo y cuando me lo dijeron sentí mucha alegría pero también responsabilidad. Cuando trabajaba nunca podía ir a ver las procesiones, pero en 2022 me jubilé y desde entonces no me pierdo ninguna», afirma Granero sonriente.
Invertir más
Torija considera que contamos con un gran patrimonio artístico, pero que no se sabe sacar partido de ello.
«Ya es hora que se ponga en valor nuestra Semana Santa. Considero que es una de las más espectaculares de España y tenemos que reivindicarlo. Es necesario que esta se dignifique y se destinen recursos», comenta.
Ahora, y a la espera que esta petición se haga efectiva, Granero y Torija ya empiezan a planificar donde se colocarán mañana Viernes Santo. Los dos con el mismo objetivo: transmitir la esencia de la Setmana Santa tarraconense.