El Boletín Oficial del Estado (BOE) todavía no ha publicado el nombramiento oficial. Sin embargo, Saül Garreta ya es el nuevo presidente de la Autoritat Portuària de Tarragona, tras oficializarse el relevo al frente de esta institución, que en los últimos cuatro años ha liderado el riudomense Josep Maria Cruset. Garreta asumió esta responsabilidad en un acto presidido por el conseller de Territori, Juli Fernàndez, y en el que defendió la «continuidad» con el trabajo de su predecesor en cuanto a los proyectos que ahora mismo están en marcha. «En principio, las cosas que funcionan deben seguir», afirmó.
Durante su intervención, Garreta marcó las primeras líneas de futuro, la necesidad de abordar «el reto» de la emergencia climática y la cohesión social. «La sostenibilidad económica es evidente y necesaria, pero también debemos tener en cuenta la sostenibilidad ambiental», apuntó. Y, en este sentido, ya anticipó que «cualquier decisión que tomamos debe tener en cuenta la huella de carbono».
El consumo energético será una de las líneas de trabajo, mientras que en cuanto a la actividad crucerista apuntó que «tengo que estudiármelo, para ver en qué medida debe calibrarse y moldearse». Garreta tampoco quiso entrar en más detalles sobre al respecto, aunque recordó que este es un proyecto que «no es exclusivamente del Port de Tarragona» y que debe buscarse el «consenso del territorio, ya que es una actividad en la que intervienen muchos actores».
El presidente entrante reconoció que este es un «territorio complejo» y que el puerto «no tan solo es Tarragona o Vila-seca», sino que es uno de los motores que debe ejercer el liderazgo de la segunda área metropolitana de Catalunya. Y uno de los proyectos que puso en valor es el de la nueva Zona d’Activitats Logístiques (ZAL), sobre el que voloró positivamente la línea «medioambiental» y el «beneficio» que comportará para la región.
El conseller de Territori mostró su «plena confianza» en el nuevo presidente y destacó que es una persona «emprendedora, capacitada para tirar adelante el proyecto y preocupada por el bienestar y el bien común». Asimismo, puso en valor la «eficiencia» de quien aseguró que «será un gran presidente» de una infraestructura que «contribuye de manera clave en la internacionalización de Catalunya y el Camp de Tarragona». «Es una ventana que queremos abrir aún más», decía.
Garreta, de 50 años, deja provisionalmente su profesión de arquitecto para convertirse en el primer representante de Esquerra Republicana que dirige esta institución. Al respecto, Fernàndez valoró la «vocación de servicio» al afrontar este nuevo reto y puso en valor que «es un relevo serio y solvente» en el que «no hay interinatos sino una responsabilidad pública».
Por su parte, Josep Maria Cruset se despedía poniendo de manifiesto la «transformación del puerto» en estos cuatro años, que puede visualizarse en dos ejes muy claros. El primero, en cuanto a la infraestructura. «El puerto de Tarragona de hoy no tiene nada que ver, hemos ganado competitividad dentro del sistema portuario», decía. En cuanto al segundo, aseguró que este hace referencia a una cuestión de «mentalidad y actitud».
Cruset quiso agradecer el trabajo de los 250 trabajadores que forman esta institución, además del comité ejecutivo y la comunidad portuaria. Aseguró que en estas últimas semanas se ha producido «una transición correctísima» y que próximamente solicitará reincorporarse de funcionario a la Diputació de Tarragona, donde tenía una plaza. «Acabada la partida el rey y el peón salen del tablero y se van a la misma caja», manifestó.
El relevo ha sido precipitado y el nombre del nuevo presidente del Port se daba a conocer hace apenas una semana. De hecho, en el caso del Port de Barcelona todavía no se conoce el nombre de la persona que sucederá a Damià Calvet, que seguirá el mismo camino, dado que este es uno de los cambios que ha comportado la salida de Junts per Catalunya del Ejecutivo de Pere Aragonès
ImpulsCatSud reaccionaba a las primeras palabras del nuevo presidente con un comunicado en el que le animaba a «seguir impulsando el crecimiento» de esta infraestructura. «El Port de Tarragona tiene un escenario de oportunidades y crecimiento exponencial que reforzará su competitividad y su rol como motor de la economía del territorio», decía el presidente de la entidad, Miquel Maria Aragonès.