‘Setembre’, o cómo todas las tarraconenses somos Tecla

El espectáculo inaugural de las fiestas contó con más de 200 personas en escena para contar los martirios que habría sufrido la santa si encarnara en cuatro mujeres de hoy. La Tarraco Arena se llenó casi al completo

12 septiembre 2022 23:31 | Actualizado a 13 septiembre 2022 08:59
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No, no se escuchó ni un solo ‘Amparito Roca’, ni hubo fuegos artificiales, ni nada que se le pareciera; pero sí un buen baño de realidad, a momentos tierna, a momentos incómoda.

El espectáculo ‘Setembre’ dirigido por Marc Chornet, inauguraba ayer por la noche las fiestas de Santa Tecla de este año con un espectáculo de gran formato que, sin embargo, consiguió un tono de lo más íntimo.

La Tarraco Arena estuvo a punto de colgar el cartel de ‘no hay billetes’ (una hora antes solo quedaban 60 de las 3.400 entradas que se habían puesto a la venta) para esta producción que es uno de los actos centrales de la celebración de los 700 años de la llegada de la reliquia del brazo a la ciudad.

La música original de Roger Conesa, interpretada por un grupo de músicos en vivo, ayudó a contar la historia de Tània, Elisabet, Claustre y Azahara, cuatro mujeres que comparten tiempo y también espacio: la ciudad de Tarragona. El nombre de las cuatro forma el de Tecla y sirve para imaginar los martirios que podrían acechar a esta mártir del siglo I si viviera hoy.

Cuatro mujeres, cuatro Teclas

Las historias podrían ser la de una hermana, la vecina, la chica de la tienda o la que cruza una mirada casual en medio de la Rambla. A Tània, una joven de extrarradio que solo quiere nuevas oportunidades, el mes de septiembre se le vuelve amargo, para ella no hubo vacaciones de verano porque «son privilegio para otros». A Elisabet, una compositora famosa, la persigue el vacío, la pena de haber perdido una hija. A Claustre se le escapan los recuerdos: «¿Cómo tirar adelante si no sabes dónde está delante?» se pregunta. Y a Azahara, no paran de preguntarle con insistencia de dónde es; seguramente por sus rasgos diferentes, esos que a alguno le parecen una amenaza.

Ellas se revelan

En la obra las mujeres sufren discriminación, acoso sexual, incomprensión... Pero se revelan, se ayudan y siguen adelante. Cualquier parecido con la realidad seguramente no es casualidad. Tampoco lo es el hecho de que cada vez que se huele un momento dramático aparece una cámara de televisión dispuesta a transmitir en directo las miserias.

Las actrices que les ponen cara son Muntsa Alcañiz, Agnès Busquets, Júlia Creus (quien además canta desde un Rap hasta una nana) y Maria Teresa Roig. Y para contar el acoso, las pérdidas, la rabia... Un coro formado por más de 200 personas de diferentes edades y características se suma a las escenas.

Tiene, además, un gran peso el audiovisual, que durante todo el espectáculo ayuda a contar lo que está pasando, incluida la historia de Santa Tecla contada en animación.

Ganas de entender

Toda la acción pasa durante los días de Santa Tecla pero son apenas el telón de fondo. Eso sí, al final hay ganas de tomar la calle, de salir de fiesta, porque para algo son fiestas y es septiembre,

El espectáculo se llevó un contundente aplauso y más de un suspiro, aunque también algún comentario apuntando a que la obra era «muy conceptual» o el de un señor que decía a la que parecía ser su mujer: «es que no he entendido nada»... Y tal vez ese sea el tema, que los martirios de las Teclas que son acosadas, discriminadas, dejadas de lado... Están allí pero no siempre encuentran quién los entienda.

Una chica más joven lo ve de otra manera: «es una obra feminista, solo por eso seguro que se habla muchos días», le dice a una amiga entre risas.

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