Rubén se ha enterado esta mañana, camino de una cala en Menorca, de que es, junto a una alumna del Institut de Torredembarra, uno de los dos alumnos que ha obtenido mejor nota en la fase general de selectividad en la demarcación de Tarragona: un 9,80. (La mejor nota de Catalunya es un 9,9 de dos alumnos de la provincia de Barcelona).
Quiere estudiar un doble grado en Traducción e Interpretación y Lenguas Aplicadas en la Universitat Pompeu Fabra porque es un apasionado de las letras. Cuenta que en cuarto de la ESO estudió ciencias pero descubrió que las humanidades eran lo que más le motivaba «y desde entonces me he esforzado un montón». Finalmente ha obtenido un 13,86 para acceder a la carrera que quiere; nota de sobra porque la nota de corte del año pasado fue un 11,95.
Explica que más de una vez le han preguntado por qué, sacando tan buenas notas, no se había decidido por los estudios científicos. El les explica que «las humanidades son muy importantes en nuestra vida, el lenguaje es precisamente lo que nos hace humanos».
Conoció las notas en el coche camino del ferry que los llevaba de Barcelona a Menorca. «Fue una locura», recuerda.
Reconoce que los tres días de la selectividad fueron duros porque los alumnos se juegan mucho en poco tiempo. La preparación, no obstante, ha sido más bien un trabajo sostenido en el tiempo con el apoyo de su escuela, donde se ha sentido bien acompañado.
Además de estudiar mucho cree que la otra clave ha sido el apoyo que recibe de sus amigos. “Mantener la vida social en este curso que es estresante para mí era súper importante”. Ahora está cumpliendo junto con ello disfrutando del viaje que tanto soñaban en Menorca “y aquí está media Tarragona y media Catalunya” cuenta entre risas. Le acompañan Evelyn, Mateea, Mar, Judith, Unai, Ona, María y Berta.