Después de unas horas de caos, el Hospital Joan XXIII de Tarragona ha conseguido en tiempo récord restablecer el sistema informático que tenía el equipamiento totalmente paralizado durante parte de la mañana.
La avería estaba causada por una incidencia en la actualización del firewall –una especie de dispositivo de seguridad informática–. Los operarios han trabajado contrarreloj para minimizar los efectos de la avería y que la incidencia durara lo menos posible.
El sistema informático ha caído a primera hora de la mañana, lo que ha obligado a reprogramar visitas y pruebas diagnósticas. La avería ha dejado inutilizados los ordenadores y los profesionales no podían acceder al historial clínico del paciente. Tampoco se podía hacer el procedimiento de admisión.
En salas de espera que habitualmente hay entre 10 y 20 personas, esta mañana se concentraban unas 60. Las salas quedaban pequeñas y los pacientes esperaban en los pasillos. Los médicos tenían sus listas hechas a mano y salían a la sala de espera para avisar al siguiente y para ver si reconocían alguna cara. Los profesionales tomaban nota a mano, para cuando se recuperara el servicio, pasar la información al ordenador.
Las máquinas para pasar la tarjeta tampoco funcionaban, al igual que las pantallas. Las colas en admisión eran eternas. El hospital ha aplazado las pruebas, análisis y tratamiento para otro día.
Con este panorama, el Joan XXIII ha activado un plan de contingencia «para minimizar los efectos del corte, que ha afectado sobretodo a consultas y admisiones», aseguran fuentes del hospital.
El servicio se ha restablecido hace unos minutos y se prevé que la actividad en el complejo sanitario vuelva a la normalidad a lo largo de la mañana.
