«Tarragona jo t’estimo molt» canta hasta la saciedad Cristina Márquez (Tarragona 1989), ahora rebautizada como Red California, en la canción que marca el despegue de su carrera musical.
El videoclip, que transcurre por sitios emblemáticos de la ciudad, desde El Serrallo a la Part Alta, fue publicado hace una semana y lleva ya casi 26.000 visualizaciones. «Aluciné cuando vi que hasta el Ayuntamiento lo compartía y que la estaban poniendo en algunos colegios», cuenta Cristina.
El videoclip es un canto enamorado a las fiestas de Santa Tecla (hasta se escucha de fondo el Amparito Roca) y en él aparecen referencias a las figuras del Seguici Popular y los castells, entre otros. Ella misma tiene un traje y un loro que recuerdan a los de la Geganta Negrita.
Aunque Cristina sobre todo quería que la canción fuera un homenaje a las abuelas en general y a su abuela Sole en particular (que también aparece en el vídeo) por enseñarle a querer las tradiciones.
Cuando se le pregunta a Cristina cómo es su formación musical, dice que «ninguna, soy autodidacta». Su relación con la música comenzó siendo adolescente cuando encontró en casa de sus abuelos una guitarra que solo tenía una cuerda y comenzó a tocar La cucaracha de oído.
Al final consiguió ponerle todas las cuerdas y hasta dio algún pequeño concierto en acústico con sus primeras canciones.
Fotógrafa de profesión, los últimos diez años se ha concentrado en trabajar «y mientras, miraba la guitarra de reojo, como enfadada», recuerda.
Pero algo cambió durante el confinamiento. «No sé, me volví un poco más valiente y un poco loca con tantas horas libres. Sentí que siempre estamos muy ocupados con el trabajo, sin pensar en tu esencia, en lo que te hace feliz, porque tienes miedo a dedicar tiempo a algo que no te da de comer».
Y así entró en una especie de estado de gracia y comenzó a componer. Tarragona, que está disponible en diferentes plataformas y en Spotify, es la primera canción de su disco Trópico Tóxico. El nombre que se puso tiene relación con su nombre de fotógrafa, Martina California, pero no tiene ninguna explicación. «Ya me gustaría», reconoce entre risas.
Cuenta que con el encierro descubrió, además, el poder que tiene visualizarnos en los lugares que queremos. Ella, de hecho, se imaginaba a sí misma cantando en el escenario principal de las fiestas en la Plaça de la Font llena de gente.
Una de las peculiaridades del disco es que se trata de un ‘yo me lo guiso, yo me lo como’ integral. Cristina, que desde hace dos años comenzó a tocar la batería, no solo toca en el disco sino que dirigió y editó el videoclip. «Si no lo haces así, económicamente es casi imposible», relata.
Estas fiestas que acabaron ayer dice que lo extrañó todo, desde el Seguici Festiu a la Baixada de l’Àliga y los pilars caminant, «pero este año tocaba cuidarse, cuidarnos por encima de todo».