Raymond Poulidor fue un extraordinario ciclista francés que, entre los años sesenta y setenta del siglo pasado, corrió catorce Tours y subió ocho veces al podio de París. Sin embargo, nunca lo ganó. Siempre se quedó a la sombra de gigantes como Jacques Anquetil o Eddy Merckx, viendo año tras año como sus grandes rivales se colgaban el maillot amarillo en los Campos Elíseos.
Algo parecido le ha sucedido hasta ahora al PSC en la provincia de Tarragona. En las 13 convocatorias de elecciones al Parlament de Catalunya que ha habido desde la primera de 1980, la formación socialista ha sido diez veces la segunda clasificada en Tarragona (1980, 1984, 1988, 1992, 1995, 1999, 2003, 2006, 2010 y 2021), una vez tercer fuerza (2015) y dos veces en cuarta (2012 y 2017).
Pese a que pueda sorprender, pues, el PSC nunca ha logrado imponerse en la demarcación de la Costa Daurada y Terres de l’Ebre, pese a lograr picos de hasta seis diputados y el 34% de los votos, por ejemplo, en 1999. Como Poulidor, el Anquetil o Merckx de los socialista durante estos 44 años ha sido, principalmente, Convergència i Unió, así como Ciutadans y ERC en las dos últimas citas con las urnas.
«Sí» al CRT de Vila-seca y Salou
Con el efecto Illa en efervescencia, una ERC que puede notar el desgaste de gobernar en solitario con solo 33 diputados y la incógnita del impulso que pueda tener Carles Puigdemont en Tarragona, los comicios de este 2024 se han convertido en el gran reto para el PSC, que tiene el claro objetivo de ganar las elecciones en Catalunya y de acabar también con la maldición que arrastra en las comarcas tarraconenses.
Para ello, Salvador Illa ha tirado de experiencia, apostando por tercera vez por la vallense Rosa Maria Ibarra como cabeza de lista. Diputada desde 2015, integrante del Govern Alternatiu y peso importante en la nueva ejecutiva nacional, Ibarra quiere «reforzar los servicios públicos» y poner a Tarragona «en el mapa y el punto de mira del futuro gobierno de Catalunya».
«Apostamos por acompañar al tejido productivo para generar puestos de trabajo y queremos avanzar en el centro de descarbonización de la química para generar progreso y prosperidad» indica Ibarra, quien también marca como prioridades de la próxima legislatura «la vivienda, la sequía, las energías renovables y el CRT de Vila-seca y Salou», para «pasar página de una década en la que no hemos recibido las inversiones suficientes en educación o sanidad».
El reusense Alberto Bondesio, el ebrense Joaquim Paladella, la tarraconense Ivana Martínez y Christian Soriano, de El Vendrell, figuran también en el núcleo duro de una candidatura que tendrá ante sí el gran reto de lograr lo que nunca pudo hacer Poulidor: cambiar la historia.