Se resolvió el gran enigma. El concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo, confirmó ayer lo que era un secreto a voces desde el pasado martes: desacata la decisión de su formación política y se queda en el nuevo gobierno del alcalde Pau Ricomà (ERC), ahora formado por Esquerra Republicana, Junts per Tarragona y la CUP. De hecho, en el cartapacio que el martes presentó el alcalde Ricomà se reservan las competencias de Patrimoni Històric, Tarraco Viva y Béns i Patrimoni para el edil y número ‘2’ en 2019 por En Comú Podem Tarragona. Fuentes municipales indican que, asimismo, con la reestructuración que se hará por la marcha de Carla Aguilar-Cunill el edil podría recuperar también las áreas de Cooperació y Joventut, ahora de la CUP.
En un comunicado en la red social Twitter, Pinedo justificó su decisión en el hecho de que considera que el nuevo acuerdo programático del gobierno municipal, que ahora estará formado por 13 integrantes, «refuerza el nuevo proyecto de ciudad» y señala que se trata de un pacto «en el que me siento plenamente identificado y que ofrece un futuro prometedor para la ciudad». En el documento, el ahora edil No Adscrito reconoce que «durante los últimos meses no me he sentido nada cómodo al ver cómo las negociaciones para la ampliación del gobierno se teledirigían desde Barcelona y que a mi organización política le interesaba más bien poco lo que pasara en nuestra ciudad».
A juicio del séptimo teniente de alcalde, «lo importante es Tarragona, y por eso es necesario sumar cuantas más manos mejor para impulsar y construir esta ciudad sostenible y social en la que nadie se quede atrás». Asimismo, Pinedo acepta «las consecuencias políticas de mi decisión», y añade que «si alguna cosa me ha enseñado la política es a ser fuerte y a resistir los golpes de fuera y de dentro», así como «a ser honesto y a tener la conciencia tranquila».
¿Cambio de opinión?
Pese a las palabras que hizo públicas ayer, se da la circunstancia de que hace solo un mes – el 17 de mayo– Pinedo votó y apoyó el veto que En Comú Podem aprobó ese día en asamblea contra Junts per Tarragona. El edil, número ‘2’ de la candidatura de ECP en las Municipales de 2019, compareció ese día públicamente con la portavoz de la formación progresista, Carla Aguilar-Cunill, para explicar la decisión adoptada por los integrantes de Tarragona en Comú y de Podem, y que se tomó por unanimidad de toda la militancia asistente al acto que se llevó a cabo en la sala Tótem Cafè.
De hecho, en el comunicado consensuado esa tarde por ambas formaciones, Pinedo avaló con su voto un redactado que especificaba que «las direcciones políticas de Comuns y Podem rechazan la ampliación del gobierno hacia la derecha con Junts per Tarragona». Asimismo, se detallaba el acuerdo de tomado sin ningún voto en contra ni ninguna abstención de «comunicar formalmente a ERC que, en el caso de que se iniciaran nuevas negociaciones con Junts per Tarragona, con el objetivo de incluirlo en el gobierno, rompería unilateralmente el acuerdo de gobierno firmado en 2019 por las dos formaciones, y se dejaría sin efecto».
Ricomà no le considera tránsfuga
Ayer, tras tener constancia oficial de la decisión de Pinedo de no pasar a la oposición junto a Carla Aguilar-Cunill, En Comú Podem emitió un comunicado de prensa en el que anunciaba que el edil «será expulsado del grupo municipal» y que, asimismo, «le reclamamos que devuelva el acta de concejal que obtuvo con la candidatura de En Comú Podem». Desde la formación progresista se añadió que «en caso de que no cumpla con esta demanda, Pinedo se convertirá en un tránsfuga con la complicidad de ERC, que estará vulnerando el pacto antitransfuguismo», lo que a su juicio «marcará toda la actividad de este gobierno».
Fuentes municipales confirmaron ayer a este periódico que, a diferencia de lo que el alcalde Ricomà hizo recientemente con los exediles de Ciutadans Sonia Orts y José Luis Calderón, ahora no considerará tránsfuga a Pinedo y, por lo tanto, no le retirará la dedicación exclusiva –por la que percibe 53.626 euros anuales– ni el personal que tiene a su cargo. Además, a los ex de Ciutadans también les negó la posibilidad de formar parte de las empresas y organismos municipales, tras pasar a ser considerados como «concejales no adscritos».
Finalmente, ayer el portavoz de ERC, –Xavier Puig– verbalizó el apoyo de los republicanos en Ràdio Ciutat de Tarragona. «Queremos que se quede, valoramos mucho su trabajo en el patrimonio histórico» señaló el edil, pieza clave del encaje del renovado ejecutivo de la Plaça de la Font.