Cuenta una trabajadora del CAP La Granja que la pandemia representó un antes y un después. Fue un punto de inflexión, y no precisamente positivo. «Cada dos semanas había un incidente», reconoce otro trabajador, que, sin embargo, admite también que la situación es más sosegada en la actualidad: «Los meses de confinamiento y pospandemia fueron los más críticos en este sentido».
De todas formas, no han bajado la guardia, pues, aunque con menos asiduidad que en aquella época, las agresiones han ido sucediéndose y no han sido precisamente livianas.
La última se produjo el pasado seis de junio de este mismo año alrededor de las 16.30 horas, cuando un paciente de 48 años de edad intentó pegar a una facultativa. El Juzgado de Instrucción n.º3 de Tarragona lo ha condenado por un delito de desobediencia a la autoridad y le ha impuesto una multa de unos 480 euros y la prohibición, durante doce meses, de acercarse a la doctora y de comunicarse con ella.
El autor de la agresión ha sido condenado por un delito de desobediencia a la autoridad y se le ha impuesto una multa de unos 480 euros
La sentencia –de conformidad entre las partes– indica que «ante la negativa de la doctora de proporcionarle una determinada medicación, el paciente comenzó a alterarse y a proferir insultos y golpes en la mesa, teniendo que salir la doctora de la consulta para proteger su integridad física».
«Tras volver la doctora a la consulta, el acusado lanzó violentamente una de las sillas contra el suelo, siendo necesario reducirlo por parte de trabajadores y pacientes del centro para que cesase en su actitud», añade el documento.
A raíz del intento de agresión, hubo otro paciente que intentó impedir que la situación fuera a mayores. Los Mossos d’Esquadra acabaron deteniendo al autor y, posteriormente, se lo dejó en libertad con obligación de presentarse ante la autoridad judicial el diez de junio, cuando se celebró el juicio rápido.
«Durante la pandemia, había incidentes cada dos semanas», trabajador del centro
Más seguridad
El pasado miércoles diez de julio, se celebró una sesión ordinaria del Comitè de Seguretat i Salut, en la línea del seguimiento que la Administración lleva a cabo. De esta reunión salió el acuerdo de que se implementarán mejoras de seguridad en el centro, según el Institut Català de la Salut (ICS).
Las agresiones en el CAP La Granja se intensificaron en época de pandemia y la situación se agudizó ya en 2021 y a principios de 2022
Fuentes que ha podido consultar este rotativo admiten que uno de los cambios podría ser aumentar el número de horas de servicio del vigilante de seguridad del equipamiento, de forma que el centro tendría seguridad durante las mañanas, las tardes y las noches de lunes a viernes, la mañana y la noche del sábado y la noche del domingo.
Algunos trabajadores son reacios a creerse la ampliación, mientras que otros esperan con ansia que se materialice cuanto antes.
¿Dónde y cuándo empezó todo?
Las agresiones en el CAP La Granja se intensificaron en época de pandemia y la situación se agudizó ya en 2021 y a principios de 2022, cuando el sindicato USITAC presentó un comunicado de riesgo a la unidad de prevención del ICS, después de que algunos profesionales sanitarios hubieran denunciado agresiones por parte de los usuarios.
«Esperamos que el incremento de la seguridad se materialice cuanto antes», trabajadora del centro
Fue entonces cuando se creó la comisión de seguridad del CAP La Granja. La primera reunión se celebró el día diez de febrero de 2022 y asistieron los Mossos d’Esquadra, la Guàrdia Urbana, representantes del equipo de atención primaria (EAP) de la Generalitat de Catalunya, técnicos del ICS y representantes sindicales.
Antònia Bravo, delegada de prevención de salud laboral de USITAC y presente en esa reunión, indica que pidió «un vigilante de seguridad las 24 horas de cada día del año, pero los miembros de la comisión argumentaron que no era justificable esta petición porque las notificaciones de las agresiones no habían aumentado».
La segunda comisión se celebró el uno de diciembre de 2022, año que registró 48 notificaciones de agresiones, por las 27 de 2021 y las 24 de 202
Previamente, el horario que se realizaba era los miércoles por la mañana, los viernes por la tarde –un refuerzo que se añadió a raíz de los conflictos por las manifestaciones vecinales que reclamaban un mejor servicio sanitario–, cada noche, de lunes a domingo y festivos, desde las ocho.
También se instalaron un total de once cámaras de videovigilancia a accesos al centro y salidas de emergencia –que se visualizan en el punto de control ubicado en el Hospital Joan XXIII– y se dotó a los vigilantes de seguridad de un busca para que, si se activa el aviso de agresión en un ordenador, les llegue un SMS y puedan acceder a la consulta del profesional que lo haya activado.
«El pasado mes de junio, un paciente intentó agredir a una facultativa y otro paciente trató de impedirlo», Mossos d’Esquadra
La segunda comisión se celebró el uno de diciembre de 2022, año que registró 48 notificaciones de agresiones, por las 27 de 2021 y las 24 de 2020. Desde la Guàrdia Urbana, ya se recomendó tener vigilancia las 24 horas todos los días del año, y la dirección del centro comentó que también sería positivo ampliar el horario del vigilante.
En julio de 2023, se aumentó y se cubrieron todos los turnos de mañana, de lunes a viernes, y los de noche del fin de semana. «Fue una primera ‘victoria’ porque nos encargamos de hacer mucha presión en los comités», argumenta Bravo, que ahora manifiesta su agradecimiento y el de todo el sindicato al ICS «porque, aunque haya sido por etapas, se haya incrementado la seguridad». La tercera comisión se celebró el pasado mes de junio, previa al comité de julio.
