Oración por una Part Alta con la mitad de electores que en 1983 en Tarragona

Cien vecinos ‘entierran’ el Casc Antic. Temen estar «casi en un punto de no retorno». Piden a los partidos que el viernes apoyen la moción que han redactado y obrar el «milagro de la resurrección». A 5 días del pleno solo ERC y ECP dan el ‘sí’

15 febrero 2025 19:39 | Actualizado a 16 febrero 2025 17:09
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Mientras que, en 40 años, el censo electoral de Tarragona se ha incrementado un 20%, en la Part Alta ha caído a la mitad entre 1983 y 2023. Este frío dato puede explicar la situación que vive el núcleo histórico, con 600 pisos turísticos (el 30% de los 2.000 que tiene la ciudad), una constante pérdida de población estable y un malestar que, poco a poco, va subiendo de intensidad.

En 1983, los 5.277 electores del Casc Antic suponían el 6,8% del censo de la ciudad, que entonces era de 77.383 personas según la página web del Ayuntamiento de Tarragona. Cuatro décadas y cinco alcaldes después, los actuales 2.542 votantes de la Part Alta son el 2,7% de los 92.643 tarraconenses que estaban citados a las urnas en las elecciones municipales de mayo del 2023.

¿Qué ha pasado en 40 años? «La gente se va del barrio. Tenemos problemas como la masificación y los pisos turísticos, el precio del alquiler y el hecho de que cierran negocios de toda la vida para que abran souvernirs. No tenemos ni los servicios básicos ni las mínimas condiciones», lamenta una de las portavoces de la plataforma Som Part Alta, Núria Plana. La entidad, en 15 días, ya cuenta con más de 300 adheridos. Otro de los portavoces, Joan Antón, pide que el consistorio impulse un «plan de usos» para evitar que la Part Alta «sea Ciutat Vella». «Estamos a un paso de llegar a un punto de no retorno» alerta, mientras pide una gestión «ordenada y profesional» del turismo.

«Asfixia por las promesas falsas»

El capítulo que ha encendido la mecha ha sido la reordenación del estacionamiento de la zona para residentes. «Hasta ahora podíamos aparcar en el flotador de la Muralla, pero ahora nos tenemos que ir hasta el Martí i Franquès. No tiene sentido», denuncia Plana sobre los cambios para poder dejar el vehículo a low cost.

El parking, de hecho, es desde hace años uno de los grandes problemas de un barrio que cuenta con pocos garajes privados. Los residentes esperan desde hace más de dos décadas el ansiado Jaume I, pero el desastre en su gestión provoca que el agujero no tenga ni fecha ni horizonte. En el pasado también se habló de construir uno de soterrado en el Passeig de Sant Antoni, si bien se trata de una posibilidad que ha quedado descartada en favor de la ampliación del Torroja –de momento, sin éxito– y del que se está negociando con el Arquebisbat en el Roqueral.

“La gente se va del barrio. Hay masificación, pisos turísticos y cierran negocios para que abran ‘souvernirs’. No tenemos los servicios mínimos. Falta un plan de usos”

Núria Plana y Joan Antón, portavoces Som Part Alta

Con todo este mar de fondo, Som Part Alta pasó ayer al ataque. Un centenar de vecinos organizaron el ‘entierro’ de la zona histórica, orando masivamente para que las acciones municipales que piden se ejecuten y se produzca el «milagro». Los asistentes mostraron pancartas como No ens expulseu o Volem viure a la Part Alta.

Durante la ‘ceremonia’ –en las escaleras de la Catedral– se leyó una oración. «Tras un largo sufrimiento, la Part Alta nos ha dejado, asfixiada por la indiferencia y la sordera de las autoridades con sus promesas falsas, diagnósticos equivocados y remedios precipitados». Pese a ello, los asistentes piden ahora «sabiduría y lucidez, humilidad y firmeza» a «los que están en las alturas» para la «resurrección» del Casc Antic.

El martes, reunión con Viñuales

Como un primer paso, Som Part Alta ha redactado una moción que este viernes será debatida en el pleno. A cinco días para la cita, solo ERC y ECP anuncian su ‘sí’. «Lamentamos el sufrimiento evitable para los vecinos. Confiamos en el sentido común para establecer una directriz clara a favor de permitir el parking asequible», indica Xavier Puig (ERC). Jordi Collado (ECP) cree que la Part Alta «necesita políticas que prioricen el vecindario, como la movilidad accesible, equipamientos útiles y una economía diversa».

En la moción se solicita al gobierno local que amplíe el aparcamiento para residentes, de forma que se puedan «solapar» las zonas, permitiendo a los vecinos del Casc Antic dejar el coche más cerca de sus casas. Asimismo, se insta a convertir en zonas verdes las plazas azules del Passeig de Sant Antoni y, asimismo, reabrir como aparcamiento para residentes el solar del antiguo Hostal del Sol.

Paralelamente, otra exigencia es que el antiguo parking Torroja sea zona naranja a un euro al día, así como «iniciar conversaciones con los vecinos para llevar a cabo una reflexión actualizada» sobre las «condiciones del estacionamiento en la Part Alta».

La plataforma se reunirá este martes con el alcalde Rubén Viñuales (PSC). De momento, la formación socialista, PP y Junts no han anunciado qué votarán en una moción que, en caso de no aprobarse, podría abrir la caja de los truenos para convocar nuevas movilizaciones, que entonces ya tendrán un único objetivo: evitar la crónica de una muerte anunciada.

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