El Servei Català de Trànsit (SCT) está trabajando para cerrar un nuevo contrato con empresas de asistencia en carretera que permita retirar de la AP-7 todos los vehículos accidentados o averiados –pesados o ligeros–, que no tienen incluido el servicio de grúa en el seguro.
Desde el SCT han reconocido que desde la liberación de los peajes y la extinción de la responsabilidad de Abertis para desarrollar estas tareas, han tenido que gestionar contratos menores para responder ante estos incidentes. Todo ello después de las críticas hechas por SAP-FEPOL, que ha alertado del incremento de automóviles que permanecen en la vía o en el arcén durante un período largo de tiempo, y ha reclamado un protocolo de actuación específico.
El aumento del tráfico desde que se liberaron los peajes ha incrementado los siniestros y también las colas en la AP-7. Con la voluntad de paliar la situación y mejorar la seguridad en esta vía, el pasado mes de noviembre, el Ministerio de Transportes y el Servei Català de Trànsit anunciaron diversas medidas, entre otras las limitaciones de velocidad que se han implantado en varios tramos de la autopista.
Sin embargo, todavía hay camino por recorrer, y en este escenario, uno de los puntos sobre los que hay que trabajar es en los mecanismos para retirar los vehículos accidentados o averiados que no disponen de servicio de asistencia en carretera en su póliza de seguro.
Colas reiteradas
A menudo, estos procedimientos se dilatan en el tiempo, provocando atascos y colas reiteradas. Además, hay casos en los que, por varios motivos, estos automóviles siniestrados quedan abandonados durante un largo período de tiempo en el arcén de la autopista, generando problemas de seguridad para los usuarios de la misma. Éste es el caso de un turismo que desde hace meses se encuentra estacionado en el lateral de la AP-7, a la altura de Gelida.
El pasado verano, el Servei Català de Trànsit firmó dos contratos menores con empresas de grúas que cubrían dos tramos de la AP-7. El primero desde Vilafranca y hasta Cerdanyola del Vallès y el segundo desde Sant Celoni y hasta Vilafranca. Si bien es cierto que estos acuerdos permitieron agilizar estos procesos de forma temporal, también lo es que finalizaron a finales de septiembre.
Trànsit ha asegurado que «en estos momentos se está trabajando en un nuevo contrato que cubrirá toda la autopista» y que incluirá «los vehículos ligeros - de menos de 3.500 kilos - y también los pesados». Sin embargo, ha advertido que por ahora «la situación queda cubierta gracias a unos contratos menores que funcionarán hasta que no se apruebe el definitivo».
Las críticas
El pasado mes de noviembre, el sindicato SAP-FEPOL envió una carta al director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel, exigiendo un protocolo específico para gestionar los casos en los que un vehículo queda abandonado en la vía.
Desde el SCT han remarcado que este documento «ya existe» y que incluye la retirada, el desguace y la baja del automóvil abandonado. «Este protocolo se firmó con Abertis en 2012», han recordado los responsables de Trànsit que han apuntado actualmente el documento «se encuentra en fase de revisión y actualización con motivo de la liberación de los peajes en septiembre de 2021».
Multiplicidad de casuísticas
Según el SCT, cuando hay un vehículo que debe retirarse el Centre d’Informació Viària de Catalunya (Civicat) contacta con el Àrea Regional de Trànsit correspondiente, desde donde «se activan los recursos necesarios para hacer las comprobaciones y gestiones correspondientes», activándose de este modo, el protocolo de actuación mencionado.
En situaciones de siniestros, los Mossos d’Esquadra apuntan que lo que se hace es contactar con la persona que es titular del vehículo para que el seguro se encargue de llevárselo. Si el propietario del mismo no tiene contratado este servicio, los Mossos disponen de compañías genéricas de grúas que se encargan de realizar estas tareas y que posteriormente liquidan las facturas.
Los contratiempos
Sin embargo, indican que existe la posibilidad de que un vehículo haya sido sustraído por ejemplo o que no tenga un propietario claro después de un siniestro. En estos casos, el apartarte de la vía para que no genere un riesgo para el resto de conductores y los Mossos cogen la matrícula y levantan un acta.
Después, envían un requerimiento al propietario para que venga a recogerlo. «A veces también ocurre que el coche se ha vendido pero no se ha hecho correctamente el cambio de nombre y eso dificulta el proceso», señalan fuentes de los Mossos que afirman que «hay múltiples variables que pueden alargar los tempos».
En cualquier caso, si deben retirarse objetos que suponen un peligro para la circulación, quienes lo hacen son los equipos de Bombers que a la vez son los que asumen tareas vinculadas con excarcelaciones. En cuanto a la limpieza de la vía, corresponde a la administración titular de la misma.