Este martes 13 de junio, a partir de las 11 horas y hasta las 13, todos los teléfonos móviles inteligentes –siempre que no estén apagados o en modo avión–, que se encuentren en territorio de la demarcación de Tarragona, recibirán un mensaje de prueba del sistema de alertas ante emergencias de Protecció Civil de la Generalitat.
El simulacro se repetirá después de que el último que se llevó a cabo, durante el 12 de abril, no funcionara según lo previsto: tan solo cuatro de cada diez teléfonos recibieron el mensaje. O al menos eso fue lo que se desprendió de la encuesta realizada por Protecció Civil: «Como ya se comentó, hubo un error de las comunicaciones por un mecanismo dependiente del Estado», explicó el delegado del Govern en Tarragona, Àngel Xifré. En su momento, fuentes de Protecció Civil ya señalaron que se había pedido a la Dirección General, dependiente del Ministerio del Interior, que, como desarrolladora y propietaria de la herramienta, realizara un análisis.
El informe que se recibió decía que se había localizado el error y que se había encontrado una solución. «La respuesta del Estado fue muy rápida; nos dijeron que se trató de un error interno a la hora de realizar el envío, lo que provocó que determinadas antenas no se activaran y, por lo tanto, no emitieran el mensaje», expresó la directora general de Protecció Civil de la Generalitat, Marta Cassany. «Esperamos tener un gran retorno esta vez, para así continuar puliendo pequeños detalles y llevando a cabo las mejoras que sean necesarias», añadió. Desde el pasado mes de febrero, la herramienta ya está 100% operativa e implementada ante las posibles incidencias que puedan ocurrir.
«La principal prioridad de este tipo de pruebas es que la ciudadanía esté informada y que sepa cómo actuar ante posibles incidencias», comentó Xifré. Cabe recordar que lo que se recibirá no será propiamente un SMS, sino que será un mensaje de texto emergente acompañado de un sonido estridente que no finalizará hasta que el usuario pulse el botón de aceptar. En el propio texto, ya se indica que es una prueba y que, en caso de emergencia real, sí que se enviarían una serie de instrucciones para que los ciudadanos se autoprotegieran.
Durante la mañana, se realizará el seguimiento del envío desde la el edificio del 112 de Reus. Además, habrá diversas personas observadoras sobre el terreno en diferentes puntos de la demarcación. «Es muy importante avisar de que, una vez las personas reciban la notificación emergente en su móvil, se encuentren en un momento de calma para así poder leer detenidamente el contenido del mensaje; al final, eso es lo más importante de este ejercicio», indicó Cassany. «Si algún día, este mensaje se envía por una emergencia real, habrá que encontrar ese momento de calma», añadió. La directora también advirtió de que las personas receptoras del aviso no deben llamar al 112.
A partir de las 11, en el momento en que se inicie el proceso de envío de las notificaciones, volverá a activarse la encuesta que la ciudadanía deberá responder tanto si ha recibido el mensaje como si no lo ha hecho: «Es la forma que tenemos de identificar cuál ha sido el retorno de la prueba, ya que la herramienta propiamente no proporciona esta información».
Según los datos que maneja el cuerpo de Protecció Civil, la población objetivo de esta prueba es de algo menos de un millón y medio de personas. Además, si hay alguna persona que reside fuera del área de aviso, pero en el momento se encuentra dentro, también recibirá el mensaje en su dispositivo. En esta línea, en los paneles de carreteras y autopistas, aparecerá un aviso, para que así quien acceda a la demarcación esté al corriente de la prueba.
¿En qué situaciones reales se enviaría esta notificación?
Ante este tipo de simulacros, surge la duda de ante qué tipo de emergencias se utilizaría este sistema para avisar a la población.
«La función de esta notificación viene marcada por una directiva europea que indica que los países miembros deben disponer de un sistema para avisar en caso de emergencia grave», comunicó Cassany. Por ejemplo, lluvias torrenciales e incendios podrían ser algunos de los episodios señalados.
Particularmente, en Tarragona adquiere especial relevancia el riesgo químico. En ese caso, la notificación se sumaría a los canales de seguridad habituales.