El mindfulness mejora el rendimiento de maestros y alumnos

Investigadores de la URV demuestran que la práctica de la atención plena no solo ayuda en el aspecto emocional

09 diciembre 2024 19:21 | Actualizado a 10 diciembre 2024 07:00
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Cuenta Luis Heredia, doctor en psicología, que la idea comenzó haciendo un café con un profesor que le comentó que tenía problemas en clase con el estado emocional de sus alumnos y le preocupaba que el ambiente pudiera influir en su manera de enseñarles. En Tecnatox, el equipo de investigación de la URV al que pertenece, ya habían hecho una primera investigación sobre los efectos del mindfulness en estudiantes universitarios, así que se decidieron a crear un plan para docentes.

Idearon un programa con sesiones de dos horas semanales a realizar durante ocho semanas. En el mismo había sesiones teóricas y prácticas centradas en la técnica de mindfulness: una serie de ejercicios de relajación y meditación diseñados para focalizarse en la respiración y en la atención a las sensaciones del cuerpo, entre otros.

Pruebas de desempeño

El plan se desarrolló en cuatro escuelas de Tarragona, tanto públicas como concertadas, con características bien diferenciadas. En total participaron unos 90 profesores de manera voluntaria, aunque para intentar que hubiera un incentivo se les reconocieron las horas que dedicaron al proyecto como horas de formación.

A los participantes se les distribuyó en dos grupos, uno que recibió las sesiones y otro de control que no las recibió en el momento sino a posteriori.

La novedad del estudio del equipo, en el cual también participaban Margarita Torrente, David Ventura y Paloma Vicens del Departament de Piscologia de la URV; es que no solo se midió el nivel de bienestar de los docentes, sino que se hicieron pruebas específicas de rendimiento neuropsicológico.

No se trataba, explica Heredia, de encuestas o de imágenes de la actividad cerebral, como se había hecho en otros estudios, sino de pruebas concretas con tareas en las que se obtenía una puntuación y medían el desempeño antes y después de pasar por el programa.

El resultado, cuenta el investigador, fue que «vimos mejoras en funciones ejecutivas, en memoria, en capacidad de aprendizaje, en velocidad de procesamiento... Son pruebas objetivas de rendimiento y es súper interesante porque estas funciones ejecutivas en el ámbito de la enseñanza son básicas».

Además de estas pruebas también se evaluó la parte más subjetiva relacionada con el bienestar emocional y aquí también se encontraron buenos resultados. En este aspecto los maestros destacaban un aumento importante en el bienestar laboral, especialmente en las relaciones sociales, así como también en su capacidad de ser conscientes del presente, niveles más bajos de ansiedad en el trabajo y una mayor satisfacción en su entorno laboral.

No es un aspecto menor, cuenta Heredia, teniendo en cuenta que, según los datos epidemiológicos, el colectivo docente está reconocido como un grupo de riesgo en materia de salud mental.

A raíz del estudio, que ha sido publicado en las revistas más influyentes de su ámbito, comenzaron a recibir peticiones de muchos centros educativos, algunos desesperados, aunque solo pudieron acudir a tres más.

Consiguieron además hacer una segunda parte de la experiencia con un centenar de alumnos de primaria de una escuela cuyos profesores habían participado en el programa. En su caso recibieron sesiones ‘enlatadas’ de grabaciones de entre 5 y 10 minutos por las mañanas durante trece semanas.

Los niños, explica, también «mejoraron en todas las pruebas de rendimiento objetivo, en memoria de trabajo, en aprendizaje, en velocidad de procesamiento...»

Herramienta, no magia

Reconoce Heredia, quien también es secretario de la delegación en Tarragona del Col·legi de Piscologia de Catalunya, que cuando comenzó a hablarse de mindfulness «todo el mundo se subía al carro y prometía cosas que igual no eran lógicas ni razonables. Nos lo vendieron como una solución milagrosa que iba a curar nuestras vidas».

Pasado el tiempo, explica, descubrimos lo obvio: que aquello no era magia ni la solución a todos nuestros problemas; tampoco los de la escuela.

Pero ahora, «estamos en una posición más madura para darnos cuenta de que el mindfulness tiene cosas positivas y puede ser útil en determinadas circunstancias para objetivos concretos», dice.

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