Los taxistas de Constantí piden poder cargar pasajeros en el aeropuerto de Reus

El 35% de la superficie del aeródromo pertenece al municipio del Tarragonès

07 enero 2025 20:42 | Actualizado a 08 enero 2025 07:00
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Un tercio de la superficie que ocupa el aeropuerto de Reus forma parte del término municipal de Constantí. Sin embargo, los taxistas de esta localidad no pueden operar en la terminal, por lo que si un cliente les pide hacer este desplazamiento tan solo pueden descargarlo y después tienen que marcharse de vacío.

«Es un tema histórico que venimos reivindicando, pero no hay manera. Los taxistas de Reus dicen que la gente sale por Reus, por lo que siempre se han negado sin tener en cuenta que una parte del aeropuerto está en el término municipal de Constantí», lamenta Andrés Arfelis, que es uno de los dos conductores con licencia para operar en el municipio del Tarragonès.

Los profesionales del Baix Camp se escudan en la ley del taxi, según la cual lo que se tiene en cuenta es a dónde está ubicado el punto de recogida y como la parte que está en Constantí es la pista, no se tiene en cuenta este elemento, como sí aseguran que pasa en otros aeropuertos del Estado. «En Vigo son tres municipios y han llegado a un acuerdo de forma que todos operan por igual, pero aquí siempre que los hemos pedido se han negado», dice Arfelis. Además, las oficinas también están en Reus.

El alcalde de Constantí, Óscar Sánchez, explica que esta es una cuestión que se ha hablado con los responsables de movilidad de la Generalitat en Tarragona. Sin embargo, «lo que nos dicen es que la normativa es esta y no puede modificarse». De hecho, según expone, el municipio ni siquiera cobraba la parte de los impuestos correspondientes al IBI que le pertenecen hasta 2014. Unos ingresos que para esta localidad que maneja un presupuesto de 11,5 millones de euros «es importante».

«Al final, hay que tener en cuenta las molestias que genera, ya que los aviones provocan ruido», expone el responsable municipal.

Colas de espera

Los taxistas de Constantí aseguran que cada vez que llega un avión no hay suficientes coches para atender la demanda. Entre el 80 y el 90 por ciento de los servicios son a Salou, Cambrils o La Pineda, por lo que los visitantes tienen que hacer cola y esperar a que estos vuelvan o que lleguen refuerzos.

El problema evidencia de nuevo la falta de un área metropolitana
del taxi

«Al final, el máximo perjudicado es el usuario, porque en determinados momentos se generan unas colas enormes, lo que es vergonzoso, pero no quieren colaborar», expone Arfelis. Asimismo, los profesionales de Constantí defienden que la posibilidad de cargar en el aeropuerto durante los meses en los que hay actividad permitiría incrementar las licencias de este municipio, ya que ahora tan solo hay dos vehículos. Esto hace que si uno de los conductores está enfermo, el otro tiene que estar de guardia durante todo el día y a veces no pueden cubrirse todos los servicios. «Al final, con el polígono que tenemos se trabaja bastante», manifiesta el alcalde.

La guerra del taxi

Esta situación es la enésima muestra de la guerra del taxi que afecta a este ámbito central del Camp de Tarragona, y que vivió su máxima intensidad cuando se inauguró la estación de alta velocidad de Camp de Tarragona. En aquellos momentos se puso de manifiesto los problemas de la falta de un área metropolitana compartida, que permitiera que los profesionales pudieran cargar y descargar indistintamente de los límites territoriales.

Finalmente, se resolvió estableciendo que los nueve profesionales de La Secuita y los cuatro de Perafort tendrían prioridad de carga. Ahora que vuelve a hablarse de poner en marcha el área metropolitana esta no es una cuestión sobre la que se haya hablado específicamente.

«De momento lo que se está priorizando es el tema del transporte público, teniendo en cuenta que en 2028 finalizan las concesiones de los autobuses», indica el edil socialista. Sin embargo, Sánchez considera que una «revisión de las competencias junto con el sector, de forma que comporte una mejora de cara al servicio que recibe la población, sería bueno».

Arfelis también defiende que la creación de una área metropolitana del taxi «sería la solución». Pese a ello, este es un tema «espinoso», ya que Reus tiene el aeropuerto, Tarragona el puerto y, por tanto, los cruceros y Salou y Cambrils, además de Vila-seca, un turismo con una alta demanda durante los meses de verano y un fuerte componente de estacionalidad. «Todo el mundo tiene miedo», lamenta este profesional del volante de Constantí.

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