A muchos de los allí presentes ayer se les encogió el corazón al entrar a la Plaça de Dames i Vells. El traspaso de Xavi Zaragoza, alma mater del colectivo que da nombre a la plaza, dejaba un enorme vacío cuando tan solo hace poco más de tres meses desde su pérdida.
Una sensación que se palpaba en el ambiente en la séptima edición del Vermut Populart de Dames i Vells. Para ello, el vermut que ayer se sirvió llevaba una etiqueta especial en su honor. «Es un momento duro para todos, pero su filosofía era la de Show must go on y así debe ser», afirmaba Fermí Fernandez.
Los tarraconenses tienen ganas de Dames i Vells. Así lo demostró la multitud que se concentró en una plaza que se convirtió en un auténtico horno. En el interior de la antigua Sala Trono se llevaba a cabo la sesión de maquillaje de las personas que participaron en el taller de transformismo. Mientras, en el exterior seguía preparándose la fideuà pelirroja. Joan Carles Blay, presidenta de Dames i Vells, afirmaba que «la idea es empezar a calentar motores de cara a Santa Tecla».
Un espectáculo que ya se está cocinando a fuego lento, pero que no se cerrará hasta los últimos días, no sea que la actualidad dé un giro inesperado. «Este año vendrá cargado y esto nos obliga a seguir con el listón tan alto como el año pasado», añadía Blay. Un punto de vista que compartía Fermí Fernandez, quien anticipó que «será prometedor». «Es más complicado porque hay más temas y tienes que condensarlos todos en un mismo espacio, pero la voluntad es de superarnos».
Ayer no había Dames i Vells, pero el público se mantuvo en los alrededores de la bañera que hace la plaza. Y al final hubo espectáculo. Mosén ganxet, Padre y Madre y el personaje misterioso –que al final acabó siendo el exalcalde Ballesteros– fueron los cuatro participantes del Concurs de Dama, Vell i Autoritat. Los puñales salieron afilados. Ikea, los casos de pederastia de la iglesia, el «cariño» hacia los reusenses y la llegada de Ricomà a la alcaldía no se escaparon de la sátira.
Al final, el veredicto lo decidió el público con sus aplausos y Jorge Pérez, que se puso en el papel del exalcalde, fue el vencedor. Una decisión que llenó la plaza con los gritos de «Ballesteros dimissió». En total se sirvieron 300 raciones de fideos y los beneficios se destinarán a la megafonía de Santa Tecla.