Las personas que han ocupado el chalet de Boscos rechazan la alternativa habitacional que les ofrece el Ayuntamiento de Tarragona. Así lo aseguran fuentes municipales, quienes explican que los servicios sociales se desplazaron ayer hasta el inmueble para hablar con los ocupas e intentar encontrar una solución. Mientras tanto, los vecinos volvieron a concentrarse ayer a las puertas de la vivienda de la calle Oreneta para mostrar su disconformidad con la situación. «Son gente con antecedentes policiales y nos da miedo que esta ocupación genere un efecto llamada», aseguraba Carles Blasi, uno de los vecinos, quien añadía que «estamos dispuestos a todo para evitar las ocupaciones ilegales en la urbanización».
Los hechos se remontan a la madrugada del pasado lunes, cuando un vecino alertaba a la policía de una posible ocupación en la vivienda de al lado de su casa. El chalet es propiedad del BBVA y actualmente está a la venta. Ese mismo día, el lunes, los vecinos, a través de un grupo de WhatsApp, se organizaron y se concentraron a las puertas de la vivienda para mostrar su rechazo a la ocupación. Pidieron a los Mossos que desalojaran el chalet, pero la policía les dijo que era necesaria la denuncia del propietario.
Ayer, Servicios Sociales del Ayuntamiento se personó a la vivienda para hablar con las personas ocupantes. El consistorio les ofreció una alternativa habitacional que fue rechazada desde un primer momento. «Es un caso complejo, que está en manos de los Mossos d’Esquadra», aseguraban ayer fuentes municipales, quienes añadían que «no solo se trata de una problemática habitacional, sino que, en este caso concreto, también nos encontramos con personas que se benefician de otras aprovechando situaciones de vulnerabilidad, como la de estos chicos».
Por su parte, los vecinos sienten impotencia y ayer volvieron a concentrarse a las puertas del chalet para decidir en asamblea que medidas y acciones tomar a partir de ahora. «Lo que tenemos claro es que no estaremos dos o tres años esperando a que un juez dictamine si se quedan o si los echan», explicaba ayer Blasi, quien añadía que «la gente está asustada y parece que los delincuentes somos nosotros. La policía les protege a ellos».