Se ha destapado la incógnita. En los mentideros de la ciudad de Tarragona hace semanas que no se habla de otra cosa: la ausencia de los representantes de las cofradias y gremios de Tarragona en el acto de presentación del carillón del mercado central. Nadie entendía la causa, pero al final ha aflorado de manera sorprendente. El presidente y «clavari» del centenario gremio de hortelanos de Tarragona, Ramon Montcada y Morenés, así lo manifestaba al Diari: «El Ayuntamiento se nos ha adelantado con el tema del carillón, era nuestra sorpresa para los actos del 700 aniversario de la llegada de la reliquia de Santa Tecla en el próximo 2021. Y no sólo eso, sino que además programan a tres años vista sin tener en cuenta que en el 2020 hay elecciones en los gremios y cofradías y veremos qué pasa con las juntas y los proyectos en marcha».
Pues sí, los representantes de los gremios y cofradías presentes en la solemne entrada del Braç de Santa Tecla en un ya lejano 28 de diciembre de 1321 acariciaban hace tiempo construir un autómata en la Catedral, con las figuras del primer seguici de la ciudad, seguidas de las del actual de Santa Tecla. Pero no sólo esto, como indispensables asociaciones semanasanteras, a la llegada de las solemnidades pascuales, las figuras se sustituirían por las de los pasos, banderas, penitentes, armats y demás participantes de tan singular comparsa religiosa. Esta era la sorpresa de los herederos de los gremios de pescadores, hortelanos, carpinteros, herreros, marineros, patrones de galeras, mercaderes, notarios y boticarios.
Raimon de Anglesola, uno de los ideólogos de la idea, está más que molesto hasta con el nombre. Espetó sin ambajes: «Nosotros vamos a construir un reloj autómata con un carillón de verdad, pues la música que acompañará serán las campanas de la Catedral, y no una cassette de notas enlatadas». La provecta edad y obsolescencia tecnológica de este popular personaje no se esconde al desestimar cualquier acción de mecanismos dominados por servidores informáticos.
Todo está atado y bien atado
Como no podía ser de otra manera, las conversaciones con el cabildo de la Catedral se han llevado con el máximo secreto. Así lo explica el máximo representante, el paborde-deán Mn. Ramon de Bages: «Llevamos meses planificando el tema, desde el toque de campanas al son de las músicas más apropiadas, hasta la mecánica del autómata-carrillón». Y parece que sí, tienen hasta el último detalle, como comenta el canónigo sagristán Mn. Pere Bernat.
Este simpático cura nos comenta que hay un sponsor privado muy devoto de Santa Tecla que ha hecho una importante donación. Al preguntarle por su nombre se ha amparado en el compromiso de discreción, pero todo indica que se trata del consignatario de barcos de la firma Peter Hammer Shipping Company, quien se salvó de un aparatoso accidente en su yate HSM Blake precisamente el día de Santa Tecla de 2017. No se ha querido desvelar la inversión, pero todo apunta a una cifra con siete dígitos.
El proyecto ha sido encargado a los expertos en patrimonio y arquitectos Jaume Amigó y Elias Rogent; los mecanismos del autómata-carillón estan siendo estudiados por el ingeniero Eduardo Saavedra; la parte escultórica irá a cargo de la familia Bonifàs de Valls, Pere Alamany i Joan Albiol, siendo Mateu Hortoneda el encargado de «encarnar» las figuras, es decir, proceder a pintarlas con el máximo realismo como hace gala de su maestría de artista.
El detalle: Tres modelos de figuras
Cada uno de los grupos de artistas está diseñando a tamaño casi real los diferentes personajes que participaron en la solemne entrada del brazo en 1321, la procesión de Semana Santa, y el Seguici de Santa Tecla. Téngase en cuenta que algunos de ellos aparecerán en los tres grupos, pues se documentan históricamente en todos ellos, como ha demostrado el estudio de Pere de Marca publicado recientemente. «Es una constante tarraconense –nos dice Ramon Montcada–, los mismos truenos hoy se visten de nazareno, mañana de castellers y por la tarde se cuelan entre las autoridades de la procesión».
La instalación de tamaño artilugio se va a hacer en la fachada principal de la Catedral, sobre las cubiertas de la portada donde hay sendas aperturas que dan a la nave central. Mosén Ramon de Bages nos cuenta que las naves laterales servirán para albergar, bajo las bóvedas góticas, las cadenas de circulación de las piezas, convenientemente estibadas y quietecitas mientras no se ponga en marcha el mecanismo.
Al ser preguntados por el calendario de inauguración, vuelve el silencio, pero todo apunta que será por la fiesta de San Antonio Monje del próximo año.