El bloqueo de las cárceles catalanas se suaviza esta noche de viernes y ello destensa la situación de convivencia en intramuros. Los internos de seis centro penitenciarios catalanes, entre ellos Mas d’Enric, en El Catllar, no han podido salir de sus habitáculos de escasos metros cuadrados y muchos con más de una persona en su interior. A partir de mañana, la situación debe normalizarse.
La medida de seguridad (dejar confinados a los internos) se ha tomado esta misma mañana con el inicio de los bloqueos de los accesos a las instalaciones ante el insuficiente personal activado para cumplir una jornada laboral normalizada y con garantías de seguridad. El corte de los accesos ha dejado al personal de la mañana fuera del recinto, a la altura de las barricadas, y ha motivado que el funcionario o empleado del turno de noche tuviera que continuar con sus labores ante la falta de relevo.
La situación ha ido complicándose a lo largo de las horas. El número de trabajadores dentro de Mas d’Enric permitía hacer algunos servicios mínimos e imprescindibles: cocina, enfermería... pero no eran trabajadores suficientes como para abrir celdas y dejar al personal que se moviera por su módulo de forma ‘libre’.
La falta de sintonía con el Departament de Justícia se ha reflejado con la anulación de la reunión entre sindicatos y la consellera Gemma Ubasart al mediodía y otros de los responsables políticos de la conselleria. Y la situación se ha convertido en un órdago cuando se ha pedido que Ubasart y el secretario de Mesures Penitenciàries, Amand Calderó que dejaran sus cargos para poder iniciar un diálogo y desbloquear la situación.
Las reuniones entre Departament y sindicatos no se han roto en ningún momento, aunque se desarrollaban en un segundo plano. Sin embargo, el riesgo de un polvorín en cada una de las cárceles bloqueadas (6 de las 9 de Catalunya) ha influido en la reflexión de los funcionarios para levantar las barreras esta noche de viernes.
La protesta activada por la muerte de Núria López, la cocinera del centro penitenciario de Mas d’Enric, sin embargo, mantiene el pulso con el Departament si no cambia de interlocutores. Y algunos sindicatos ya han anunciado más protestas.
Este bloqueo ha obligado a que los reclusos de seis centros penitenciarios -Mas d’Enric, Brians 1, Brians 2, Ponent, Lledoners y la cárcel de mujeres, la antigua Wadras- hayan tenido que ser confinados en sus celdas desde ayer jueves debido a la falta de personal.
La consellera ha advertido por la tarde de que el hecho de que haya muchos presos que no hayan podido salir de sus celdas «aumenta la tensión» y supone un «riesgo» y una «dificultad» para los trabajadores de los centros penitenciarios, situación que el máximo responsable de las prisiones catalanas, Amand Calderó, ha calificado de «anormalidad» que «no es buena para nadie».
Según informa ACN, los trabajadores de las prisiones han decidido levantar los bloqueos esta noche y, según ha explicado el portavoz de IAC-CATAC Carles Membrado, el fin de semana se prevé como un periodo de «reflexión», a la espera que el ejecutivo catalán haga algún movimiento.
Uno de los hechos que ha influido en la decisión es que el fin de semana es el momento en que los presos tienen contactos con las familias. Los trabajadores han valorado que bloquear estos contactos podría haber tensado todavía más la situación en el interior de las prisiones y poner en riesgo la integridad de los compañeros que estén trabajando.
Aun así, la portavoz de UGT en la prisión de Brians, Nuria Nasarre, ha explicado que este sábado probablemente habrá protestas en la prisión de Cuatro Caminos y en el Centro Penitenciario de Jóvenes. No ha descartado, además, que pueda haber en alguno otro centro.