Los funcionarios de prisiones recuerdan a su compañera asesinada en la cárcel de Tarragona

20 personas recuerdan a Núria, muerta hace seis meses a mano de un interno en el Centro Penitenciario de Mas d’Enric, en El Catllar

13 septiembre 2024 12:00 | Actualizado a 13 septiembre 2024 17:53
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Unos 120 funcionarios de prisiones, algunos vecinos de otras cárceles catalanas, han homenajeado este viernes por la mañana a Núria López , su compañera asesinada hace medio años a manos de un interno, que posteriormente se suicidó.

Los concentrados, delante de la entrada al centro penitenciario, han depositado claveles y rosas junto a unas velas. Mientras, al fondo, en la garita de entrada, se podía ver la imagen de Núria con una rosa impresa.

Durante el acto se leyó un manifiesto en el que se dijo que «estamos lejos de haberse hecho justicia» con la muerte de su compañera y que «a pesar de ser una tarea que no nos corresponde, seguiremos vigilando».

Por su parte, Pablo Martínez, el sobrino de la víctima, reconoció que la familia ha tenido contactos con la nueva Conselleria de Justícia «y se han comprometido a hacer los cambios necesarios para que no vuelva a pasar».

El acto, organizado por los sindicados CSIF y ASIC, junto con Marea Blava, se hizo a las diez de la mañana. Durante la lectura de un manifiesto se exigió que las prisiones tengan un número suficiente de personal, medios materiales y también formación. «No estamos dispuestos a perder a otro compañero» en este tipo de circunstancias.

«Ha fallado el sistema»

«Ha fallado el sistema y Núria ha pagado las consecuencias», aseguró ante los concentrados una amiga de la víctima, quien espera que el caso «no se repita», a la vez que pidió justicia, lo que fue recibido con largos aplausos.

Por su parte, Pablo Martínez manifestó que «la echamos de menos» y que «no perdamos la esperanza que ella sigue aquí para que sigáis luchando». Y finalizó con unas palabras más emotivas pidiendo que «mandéis un beso al cielo y a ella», como así hicieron.

El acto acabó con cinco minutos de silencio y un grito de «tots som Núria».

«No se han depurado responsabilidades»

Francina, una trabajadora del Centre Penitenciari de Mas d’Enric, se quejaba que en todos estos seis meses «no se han depurado responsabilidades, ni ha habido dimisiones, ni comisiones internas para saber dónde ha fallado el sistema. Se ha tapado todo».

Durante este verano se han incorporado veinte trabajadores a la plantilla, «pero continuamos con los mismos protocolos y circulares». Considera que tendrían que ser un centenar de trabajadores más en cada centro «porque seguimos estando tres por módulo. Y en algunos momentos está uno de solo para controlar hasta 120 internos». En la cárcel de El Catllar hay aproximadamente 850 reclusos.

Sí que ha cambiado el protocolo de acceso a los talleres productivos, «pero han puesto a un interno condenado por asesinato a la cafetería de los funcionarios. Y ha sido la denuncia de estos lo que ha hecho que la administración lo haya echado, pero no tendría que haberlo puesto».

Esta funcionaria pide respeto hacia el colectivo y «como personas y que nos den herramientas para trabajar».

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