Los fabricantes de vehículos europeos buscan fuentes alternativas de piezas vitales producidas en Ucrania

Por ejemplo, la invasión rusa de Ucrania ha interrumpido la producción de arneses de cables. Una pieza sin la que no se pueden construir los vehículos. 

15 marzo 2022 15:21 | Actualizado a 15 marzo 2022 15:24
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La Guerra en Ucrania ha generado aún más problemas al sector del automóvil. Muchas empresas ya están teniendo dificultades a la hora de importar o exportar determinadas piezas o materiales. Por ello, los fabricantes europeos buscan fuentes alternativas de piezas vitales para el sector que son producidas en Ucrania. 

Según recoge Automotive News, Volkswagen y BMW son algunas de las empresas que más esfuerzos están dedicando para encontrar esas fuentes alternativas. Acuden a lugares tan lejanos como China o México para intentar que las líneas de montaje y las cadenas de suministro se vean afectadas lo menor posible. 

Por ejemplo, el conflicto en Ucrania ha interrumpido la producción de arneses de cables, una pieza que sirve para agrupar hasta 5 km de cables en un automóvil promedio. Se trata de piezas únicas para cada modelo. Sin ellas, los vehículos no se pueden construir.

La marca premium de VW Group, Audi, ha explicado que todo el grupo está trabajando para conseguir que los principales proveedores trasladen su producción ucraniana de arneses de cables a otras plantas o encuentren proveedores alternativos. Esa búsqueda incluye al este de Europa, al norte de África, México y “posiblemente” China.

Tal y como apunta Automotive News, el hecho de trasladar la producción a plantas en otros mercados de bajo costo con una industria de arneses de cables pujante, como Rumania, Serbia o Túnez, implica comprar nuevos equipos para aumentar la capacidad. Esta instalación podría demorar meses.

La preocupación por el níquel

Otro material que está empezando a escasear es el níquel. Rusia juega un papel importante en la producción del níquel, material clave para la fabricación de vehículos eléctricos y cuyo precio se disparó incluso más rápido que el petróleo.

El 25 de febrero, el níquel cotizaba en la Bolsa de Metales de Londres a unos 24.000 dólares la tonelada, según The Wall Street Journal . Para el 8 de marzo, se cotizaba a 80.000 dólares. Sin embargo, según Bloomberg y Reuters , los precios del níquel ya se estaban convirtiendo en un problema para los fabricantes de vehículos eléctricos incluso antes de la invasión.

Por ello, muchos fabricantes ya trabajan en la opción de hacer baterías sin níquel. Volkswagen y otras grandes marcas están buscando otras tecnologías o materiales alternativos como el cobalto.

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