El precio de los productos ganaderos, como los huevos, la carne y la leche, se ha incrementado entre un 3 y un 5% en el supermercado a causa del conflicto de la estiba del Port de Tarragona. El dato lo daba Diego Pazos, secretario general de la Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos (AECEC), una de las cuatro patronales del sector agroalimentario que ayer, junto con la Llotja de Barcelona y el sector del transporte, daban un golpe encima de la mesa para alertar de la situación que se está viviendo desde mayo del año pasado.
El sector exige una «solución inminente» para poner fin a un conflicto surgido a raíz de la liberalización del la estiba, marcada por la Unión Europea. Y, en el caso de Tarragona, la negociación lleva enquistada desde hace más de trece meses, afectando especialmente al tráfico de cereales.
La situación se ha registrado en un momento con una tormenta perfecta. Primero fue la guerra de Ucrania y, posteriormente, la crisis en los precios y unas condiciones de sequía, que apuntan a una disminución de más del 50% en la cosecha de cereales del país. Con todo, se prevé que la producción interna de este año tan solo cubrirá una cuarta parte de las necesidades del mercado, lo que incrementará las importaciones de cara a los próximos meses.
Las empresas afectadas aseguran que la situación es delicada y que podría acentuarse a partir del verano, cuando empieza a entrar la mayor parte de los graneles. El enclave tarraconense es la principal puerta de entrada de cereales, del que se abastece todo el sector agrario de Lleida y Aragón.
Durante el año pasado se asumió un récord histórico en cuando al tráfico de cereales, piensos y harinas alcanzando las 5,9 millones de toneladas importadas. Una cifra que se logró a pesar de este contexto anómalo, en el que las empresas aseguran que «no fue suficiente», ya que se desviaron barcos y los que llegaban tuvieron que soportar largas esperas de más de diez días para ser descargados. Las previsiones de cara a este año superan los 7,5 millones de toneladas importadas.
Ayer, las patronales ponían cifras a esta demora. Según aseguraron, ahora mismo los precios de descarga y almacenamiento en el Port de Tarragona casi se han doblado, pasado de los siete u ocho euros la tonelada a los catorce o quince. Esto significa un sobrecoste de unos 60.000 euros al barco por día, que inicialmente soportaron los importadores, pero que ha acabado trasladándose en el precio de los alimentos.
«Huelga encubierta»
Plazos denunciaba ayer una «huelga encubierta» del colectivo de estibadores que «está causando un daño enorme a todos». El sector agroalimentario asegura que las necesidades de importación son de 600.000 toneladas de cereales al mes, lo que representa entre ocho y nueve barcos y unos 900 camiones al día. No obstante, estas cifras ahora están muy por debajo y el ritmo de descarga, que debería ser de unas 10.000 toneladas «mínimo», está sobre las 2.000. «Es un déficit inasumible, necesitamos unos puertos eficientes porque la situación es muy crítica. Un pequeño grupo de personas no pueden tener secuestrado un puerto, porque los daños son transversales», argumentaba.
Los empresarios aseguran que a causa de esta situación se siguen desviando barcos a puertos como Castelló, València y Barcelona, con el incremento en los precios del transporte que esto representa. Entre los meses de mayo y octubre se desviaron unas 600.000 toneladas. «Es un problema que tiene rehén a toda la sociedad, porque el sobrecoste lo estamos pagando todos los consumidores. Con las cosas de comer no se juega», decía el director de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), Jorge de Saja.
El colectivo considera que la cifra de 130 estibadores que actualmente hay en el Port d Tarragona es «insuficiente». Y, a pesar de que la Autoritat Portuària incorporará a otros 19, temen que entre las vacaciones y las horas extra acumuladas durante todo el año deberían incorporarse entre 50 y 60 nuevos profesionales para cubrir esta carga de trabajo. «Se nos tira el tiempo encima y el problema debe resolverse de forma inmediata», decía Xavier Solanes, vicepresidente de la Associació Catalana de Fabricants d’Aliments Compostos (Asfac). De lo contrario, Solanes afirmaba que podría producirse un problema de «desabastecimiento» en el que los animales se quedarán sin alimento.
Por su parte, Pere Lluís Guillamet, de la Llotja de Cereals de Barcelona, criticaba que la Autoritat Portuària se haya mantenido «neutral» en este conflicto. «Entendemos que forma parte del problema y que deberían tomarse decisiones», aseguraba. Una crítica que también dirigía a las administraciones, que considera que «no se lo han tomado suficientemente en serio», para evitar un colapso que «podría producirse en agosto o septiembre».
40% de bonificación
El presidente de la Autoritat Portuària, Saül Garreta, explicó ayer por la tarde que este organismo ha incluido en el Pla d’Empresa de 2024 un aumento de la bonificación de la tasa de mercancías para el sector agroalimentario de hasta el límite máximo legal permitido, pasando del 17,5% al 40%. La medida quiere compensar al sector por el sobrecoste que producen los episodios de congestión, alcanzando los 400.000 euros la ayuda que las empresas podrán percibir. Esta empezará a aplicarse a partir de la entrada en vigor de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
El anuncio lo hacía en el marco de la inauguración de la cuarta edición del congreso internacional Agrifood, organizado por el Port. Asimismo, Garreta explicó que se han habilitado nuevos puntos de carga que entrarán en funcionamiento «en breve».
El Port acumula 13,8 millones de toneladas de tráficos totales en los primeros cinco mesesdel año, lo que representa un incremento del 4,5% de los tráficos respecto al mismo periodo del año pasado. Los cereales, piensos y harinas continúan batiendo récords y empujando al alza las cifras del Port con 33,8% de incremento en el acumulado. Los líquidos a granel, especialmente el crudo y los productos petrolíferos, presentan incremento del 4% en el acumulado.
Estas cifras positivas se dan una vez cerrado la estadística del mes de mayo que ha finalizado con un tráfico marítimo de 2,44 millones de toneladas, una cifra ligeramente inferior al dato de mayo de 2022 (2,6 Mt).