«Lo nuestro no es un barrio, es un vertedero municipal, lleno de basura». Estas son las palabras de Rafael de la Peña, vecino de la calle Josep Maria Vives i Salas, quien lleva meses denunciando que, por las calles que hay entre la puerta del Hospital Sociosanitari Francolí y la rotonda de la carretera de Valls, no pasa ningún camión de la limpieza a desinfectar.
El motivo, según fuentes del propio Ayuntamiento, es que cuando se firmó el contrato de la basura con la empresa concesionaria, Fomento de Contrataciones y Contratas (FCC), en el año 2020, estas calles todavía no estaban urbanizadas. El barrio no existía y aún no se habían levantado los edificios. «Esta zona no está incluida en las frecuencias establecidas de limpieza, por lo que solo se riega cuando los vecinos se quejan», dicen desde el Consistorio.
Las calles más afectadas son Josep Maria Vives i Salas, Maternitat d’Elna y Francolí. «Hay latas, botellas y cajas de cartón por el suelo, desde hace meses. Nadie las retira. Además, las alcantarillas están llenas y, cuando llueve, sale toda la suciedad», explica De la Peña, quien asegura que «la situación es grave, teniendo en cuenta la gran afluencia de coches que circulan y aparcan en la zona. Tenemos el hospital más importante de la demarcación a dos pasos».
A la espera del nuevo contrato
El camión de la limpieza solo pasa por el lugar cuando los vecinos se quejan. «He llamado 55 veces en un año. No siempre vienen», explica De la Peña. La Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona (FAVT) ha mediado entre Ayuntamiento y vecinos. «Esta gente paga impuestos como todo el mundo. Tienen derecho a tener el servicio», dice el presidente de la FAVT, Alfonso López.
Por su parte, el Ayuntamiento se compromete a incluir la limpieza de estas calles en el contrato de basura que va a renovarse el año que viene.