Hay diferentes personas que cada día, sea verano o invierno, nadan en el mar. Ahora deben convivir con los bañistas, con las embarcaciones, ya que hay más, y su pesadilla, las motos de agua. En los últimos años, el alquiler de motos de agua para poder pasear por la costa o las rutas están en aumento.
De hecho, sin ir más lejos, en Tarragona han abierto dos tiendas dedicadas a ello, y otra está en camino. Calculan que hay unos 1.000 aficionados en la ciudad, a nadar en aguas abiertas. Diferentes clubes están implicados, como el Club Natació Tarraco que tiene su sección, el Club Xina, el Club Nàutic de Tarragona, o incluso el Club Vela. Entre ellos tienen contacto, y la queja por las motos de agua es generalizada.
«No estamos en contra de las empresas, ni de que alquilen motos de agua, pero sí que pedimos que conciencien a las personas que alquilan, y les expliquen las normas que hay», dice Ferran Tortosa, vicepresidente del Tarraco. Y es que aseguran que cada día, o prácticamente cada día, se encuentran con alguna persona que va con moto de agua, muy cerca de las boyas de seguridad, o han llegado a ver motoristas haciendo eslalon entre las boyas que marcan la zona dónde las embarcaciones no pueden entrar.
Por normativa, estas, tienen que estar a 200 metros de la zona de playa, y además se tiene que dejar una distancia de seguridad.
Los nadadores cuándo van por fuera de la zona de playa deben llevar unas boyas para que los puedan ver, y estar seguros, pero aún así, afirman que las motos de agua pasan sin respetar los 50 metros de distancia. «El otro día iba yo nadando, y uno, con la moto de agua me tiró hasta el chorro de agua que les sale», comenta indignado otro de los nadadores. Àngel Palau, del Club Vela, cuenta que tienen que «ser conscientes que se encuentran en un medio natural, dónde hay posedonia. Ni nosotros podemos nadar encima de ella, y ellos pasan por dónde quieren».
Todos los clubs se han puesto de acuerdo para hacer llegar sus quejas, y sus problemáticas al Ayuntamiento de Tarragona, pero también a las empresas que gestionan el alquiler.
De hecho, ya repartieron unos carteles con una ilustración que indican que tienen que circular a 50 metros de una boya de nadador. Las empresas se mostraron con predisposición a colgarlos. Además contactando con ellas hemos podido saber que para alquilar una moto sin carnet deben ir con un monitor. Por lo tanto, el problema es con aquellas personas que salen por libre.
Josep Maria Pérez, presidente de Club Xina, dice que ellos solo piden «seguridad y respeto». Son conscientes que todas las actividades deben confluir, pero también reconocen que ha habido ya accidentes en años anteriores, y no quieren que vuelva a suceder.
«Con este panorama ahora no nadamos tranquilos», reafirma, y además se muestra preocupado porque ahora empiezan las actividades de verano para niños y niñas, y hay monitores que haciendo kayak ya se han discutido con algunos de los motoristas.
Desde la Cruz Roja son conocedores de toda la problemática, y también se han visto implicados. Afirman que tienen localizado a un grupo concreto, que es el que conlleva problemas, y que hace ya unos días pusieron en conocimiento a la Guardia Urbana, y la Guardia Civil para que tomaran las medidas más adecuadas y estén en alerta.