A nuestro cerebro le encanta la dopamina, es un hecho, y quienes controlan las redes sociales lo saben bien. Esta sustancia, a quienes muchos llaman la ‘hormona de la felicidad’ es la que se genera cuando hacemos actividades placenteras como comer o tener sexo, pero también cuando recibimos un ‘me gusta’ o un comentario en redes sociales. Así lo explica la psicóloga Lorena Gascón, (@lapsicologajaputa en redes sociales) y que solo en instagram tiene casi medio millón de seguidores.
Gascón se plantó ayer delante de 1.200 adolescentes en el Palau de Congressos para tratar de explicarles con ciencia y mucho humor, los mecanismos que hacen que las redes sociales sean tan adictivas. El encuentro tenía lugar dentro de la II Jornada DeBat a Bat organizada por la Delegació Territorial de Tarragona del del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya (COPC) que esta vez estaba dedicada a la ansiedad.
«El producto somos nosotros»
Entre meme y meme, Gascón fue desgranando los motivos que hacen que no podamos dejar de mirar las redes sociales: satisfacen nuestra necesidad de pertenencia, de comunicación, nos dan un altavoz para decir lo que pensamos, nos hacen sentir importantes (reconocimiento y autoestima), nos dan una identidad... Y recordaba lo que parece obvio pero muchas veces se pasa por alto: «las redes sociales son gratis porque el producto somos nosotros».
Y ¿cómo nos generan ansiedad? Hay varias claves: nos sobreexponen a noticias sobre lo que está pasando, nos enseñan estados de personajes con estándares de vida y de belleza inalcanzables, crean la sensación de que si no las miramos nos perdemos algo, nos exponen a comentarios negativos, hacen que busquemos la validación constante, interrumpen nuestras actividades diarias...
Pero Gascón lo dejaba claro «no soy vuestra madre», así que no estaba allí para decirle a nadie lo que tiene que hacer porque, claro está, las redes también tienen infinidad de beneficios y de lo que se trata es de saber dónde nos estamos metiendo.
Así pues, de lo que se trataba era de contar con algunas ideas para tener un uso sano de las redes. La primera es tener una vida sana en la vida real (deporte, amigos...)
También anima a definir las razones para entrar en las redes y el tiempo que queremos dedicarles, así como a preguntarnos si el tiempo que las estamos usando es el que querríamos.
Otra idea es valorar la posibilidad de tener las notificaciones conectadas o explorar cómo nos sentimos después de usar las redes o de seguir a determinadas cuentas.
Igualmente invita a tomarse un tiempo para «reeducar» al algoritmo marcando con un «no me interesa», por ejemplo, los contenidos que no queremos, o a valorar pasar algún tiempo del día sin el móvil.
Pero la clave está, sobre todo, en ser conscientes de en qué momento y para qué consultamos las redes: ¿cuando estamos tristes?, ¿aburridos? Si es así vale la pena recordar que nuestro cerebro va a asociar esta estrategia a lo que tenemos que hacer cuando nos encontramos en estas circunstancias. Y el consejo máximo podría resumirse en: vivir la vida en lugar de verla pasar en las redes.
Una jornada necesaria
La conferencia de Gascón fue la última en una jornada para la que las entradas se agotaron rápidamente (también las 300 on-line), lo que demuestra el interés de los más jóvenes por estos temas.
Luis Heredia, secretario del COPC, explica que la idea del encuentro surgió después de la pandemia, cuando el colegio comenzó a recibir llamadas de ayuda, sobre todo de los centros educativos. En la jornada del año pasado, dedicada a la autoestima, ya contaron con 1.200 asistentes.
Tal ha sido el interés este año que algunos institutos han tenido que hacer un sorteo para decidir qué clase acudía. Es por eso que Heredia hacía un llamamiento a hacer crecer la iniciativa que, de momento, solo se sostiene gracias a la aportación de los colegiados. La idea es publicar la jornada de ayer en el canal de Youtube del colegio.