La Tarragona del futuro será una ciudad de ejes temáticos: la Tabacalera debe capitalizar un ambicioso hub tecnológico, educativo y cultural; el Anillo Mediterráneo de Campclar liderará la actividad deportiva con capacidad para organizar eventos de primer nivel; el Mercat Central y la Illa Corsini actuarán como motor comercial... y el entorno de la Plaça Imperial Tarraco se convertirá en el barrio administrativo de la próxima década.
En seis años, la zona de influencia de la céntrica plaza puede albergar oficinas y dependencias públicas, con más de 1.500 funcionarios del Ayuntamiento, la Diputació, la Generalitat y el Gobierno Central, que la convertirán en un polo de atracción, especialmente entre semana.
A día de hoy, las inmediaciones la Plaça Imperial ya cuentan con unos 450 empleados públicos entre los 300 trabajadores de la Diputació que ya están en el edificio Síntesi de Pere Martell (con las dependencias de Base, por ejemplo), así como por los 150 del Estado que ejercen funciones administrativas entre la Subdelegación del Gobierno Central y la Delegación de Tráfico.
Primera ampliación: 2027
El primer gran paso para consolidar el futuro barrio administrativo se dará en 2027. Es en ese momento cuando la Diputació tiene previsto trasladar a la Plaça Imperial otros 300 empleados, que actualmente ejercen en el Palau del Passeig de Sant Antoni.
Este mes de febrero, el organismo provincial ha confirmado la compra del histórico edificio de Caixa Tarragona, que adquirirá pagando 4,5 millones de euros. En los próximos tres años se ejecutará una inversión de 5,5 millones adicionales, llegando la apuesta hasta los diez para sumar un espacio de 18.000 metros cuadrados entre los dos inmuebles con los que contará operativamente al final de este mismo mandato.
Dentro de tres años, pues, la plaza ya albergará a 750 empleados públicos con las dependencias de la Diputació, aparte de las del Estado.
TGN vuelve a mirar a Lletres
El eje administrativo puede dar un importante punto de inflexión en base a la decisión que tome el Ayuntamiento. El consistorio tiene alquilado desde 2005 un inmueble en la Rambla Nova que quiere abandonar por los 600.000 euros al año que le supone la operación.
A día de hoy, tres son las opciones que están sobre la mesa: Tabacalera, construir un nuevo inmueble en la Rambla Vella junto al consistorio o trasladarse al edificio municipal de la antigua Facultat de Lletres. Para ello, se elaborará un informe sobre los pros y los contras de cada opción.
Según las fuentes consultadas, la opción de ir a la Plaça Imperial Tarraco junto a la Diputació ha tomado fuerza en los últimos tiempos, según confirma al Diari el propio alcalde, Rubén Viñuales (PSC). «Lo veríamos razonable, tendría todo el sentido generar un centro administrativo. Está sobre la mesa», indica el Primer Edil. Actualmente, el Ayuntamiento tiene en la Rambla Nova a unos 200 empleados, que serían los que se trasladarían a la Plaça Imperial.
El calendario municipal, sin embargo, aún no está definido, ya que este «estará condicionado a nuestra capacidad económica y al hecho de que ahora el inmueble ya está ocupado», detalla. Gran parte del terreno es usado por la Generalitat para el Institut Tarragona.
La opción de Lletres ya se ha puesto varias veces sobre la mesa, especialmente porque en el anterior POUM el Ayuntamiento podía financiar la inversión necesaria para adecuar el edificio con la construcción de 134 pisos en la parte de la finca más cercana a Sant Antoni Maria Claret: 90 de renta libre, 27 de protección oficial y 13 de precio concertado.
El Govern, a cinco minutos
Si al final se confirma que el consistorio apuesta por Lletres, solo en la Plaça Imperial Tarraco ya habría mil funcionarios entre Estado, Ayuntamiento y Diputació. A esta cifra, sin embargo, en 2030 pueden sumarse los más de 600 que trabajan en los servicios territoriales de la Generalitat de Catalunya, y que está previsto que se unifiquen en un mismo edificio situado a escasamente 300 metros –cinco minutos andando– de la Imperial: en la antigua prisión.
«La intención es unificar dependencias y dejar alquileres. Ya tenemos Girona y Ebre en funcionamiento. Los siguientes serán Catalunya Central y Lleida y, después, ya viene Tarragona. Estamos en cola», indica el delegado del Govern en el Camp de Tarragona, Àngel Xifré (ERC).
El aterrizaje del Govern comportará que el área de influencia de la Plaça Imperial Tarraco albergue a más de 1.500 empleados públicos y cuatro instituciones, convirtiéndola en el nuevo barrio administrativo de la Tarragona del 2030.