La joven de 32 años que fue hallada muerta a puñaladas el pasado sábado en el Camí de la Budallera, delante de la estación de la ITV de Tarragona, había sido becada por la Universitat Rovira i Virgili (URV), según confirmaron ayer fuentes de la institución educativa. En concreto, fue beneficiaria de una BACU (Beca d’Atenció a la Comunitat Universitària), al menos durante un curso: el 2011-12. Los estudiantes becados por este concepto ayudan y orientan a otros en aspectos como la bolsa de trabajo o vivienda, atienden la oficina de relaciones internaciones, etc. Precisamente, por tener este tipo de beca, ejerció de secretaria en la sesión constitutiva del Consell d’Estudiants de la URV el 11 de mayo de 2012.
Fuentes de la URV aseguraron que actualmente Meritxell ya no estudiaba en dicho centro. La última vez que se matriculó fue en 2011, para el curso 2011-12.
El funeral
Meritxell Vall, nacida en Valls, estudió la carrera de Relacions Laborals en la URV. También trabajó en las oficinas de una empresa de Reus. Desde hace aproximadamente ocho años era modelo de las Escoles d’Art i Disseny de Tarragona y Reus, donde era muy apreciada por alumnos y profesores, como ayer se constató con su presencia en el funeral, oficiado en la ermita del Lorito, que estaba llena. Durante la misa, los padres de la víctima dijeron unas palabras. Precisamente, en señal de agradecimiento y para honrar a su persona, se estaba barajando la posibilidad de dedicarle una exposición ya que hay alumnos que tienen entre 100 y 200 dibujos de ella, confeccionados durante años.
Ella se consideraba una «modelo viva de dibujo, pintura y escultura». Incluso su imagen salió en un anuncio.
En las redes sociales
Meritxell estaba inscrita en el couchsurfing, que es básicamente una red de viajeros. El nombre vendría a significar «buscando un sofá» o «surfeando un sofá». No hay dinero de por medio, es totalmente gratuito, ya que el espíritu es el de ayudar al viajero y facilitarle un lugar donde pasar la noche. En dicho perfil social se describía como «una curiosa tranquila mujer, pacífica, positiva, de mente abierta y activa». Añadía que le gustaba «leer, ir en bicicleta, patinaje, natación, escalada. Y en general todo tipo de ejercicios psicofísicos. Amo la naturaleza».
Apreciaba la sencillez, la sinceridad, la libertad, el respeto y el amor. A la petición de una cosa increíble que había hecho, respondía: «Montar mi bicicleta sin manos todo el tiempo que podía». Había visitado Francia, Alemania y Reino Unido. Durante un tiempo había vivido en Berlín –donde también hizo de modelo–, aunque regresó pronto a Tarragona «porque la amaba», comentaba ayer un amigo.
La joven había vivido en varios pisos de Tarragona, tanto sola como con otras personas. Desde verano estaba en una tienda de campaña, donde fue hallada el sábado. «Quería vivir la naturaleza, ir al campo, probar cosas nuevas para conocerse a sí misma», recordaba otro amigo. Por este motivo optó hace unos meses por vivir en una tienda de campaña, «para encontrar su camino espiritual, para estar más consigo misma». Vivía con su perro, aunque antes tenía también un gato, que se perdió. También quería conseguir dinero para comprarse una furgoneta y empezar a viajar.
Tocar en la calle
Otro amigo comentaba que Meritxell tocaba la flauta travesera, «a veces le gustaba tocar sola en la calle; otras, si veía a alguien tocando la guitarra, se añadía y le gustaba la improvisación».
Otra de sus pasiones era ir en bicicleta, «porque le hacía sentirse libre al llegar a los sitios». Pertenecía a varios colectivos de fomento del transporte público, «porque decía que no se tenían que utilizar tanto los coches». Sus amigos la consideraban «muy tranquila, con una mente de siempre buscar algo nuevo». Uno de ellos comentaba que era «muy alegre. Nadie se merece morir de esta manera, y menos una persona así», sentenciaba este amigo.