La Confederació Empresarial de la Província de Tarragona (Cepta) está en peligro de desaparición. Según ha podido saber el Diari, la patronal tarraconense –creada en 1977– votará la próxima semana sobre su futuro, después de que un informe interno alerte de que, a día de hoy, el organismo «no es viable» a raíz de una deuda acumulada de 583.000 euros.
Este elevado pasivo, según se detalla en el documento y ha podido contrastrar este periódico, se generó durante el peor momento de la pandemia, «cuando la entidad estaba en ERTE y se teletrabajaba», apuntan fuentes de la confederación, que afirman estar «negociando varias vías» para intentar «salvar» a la entidad in extremis.
La paralización de la actividad en la primavera del 2020 provocó que la Cepta no pudiera presentar la documentación requerida para justificar seis subvenciones recibidas por parte del Consorci per a la Formació Contínua de Catalunya, así como del Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC) por cursos desarrollados entre los años 2015 y 2016.
Por ello, ahora la Agència Tributària de Catalunya ha tramitado seis expedientes solicitando la devolución de todo el dinero percibido por la realización de las actividades subvencionadas, que asciende a 583.086 euros.
La fecha clave: el 8 de mayo
Según el informe, al que ha tenido acceso este rotativo, estos procesos de revocación –que afectan a ayudas recibidas por valor de entre 3.370 y 280.881 euros– han llevado a la Cepta «a una situación técnica de insolvencia», por lo que, a día de hoy, la confederación «se encuentra ante dos escenarios: la continuidad de la entidad o la liquidación», se apunta en el texto.
De hecho, en sus conclusiones, el informe solicitado por el actual presidente de la Cepta –Xavier Rigau–, detalla que «es urgente adoptar medidas inmediatas», ya que «si no se encuentran fondos para pagar o garantizar la deuda, en principio, la entidad puede verse abocada a un concurso de liquidación».
Actualmente, los gestores de la Cepta están «buscando alternativas», negociando vías de financiación o la concertación de créditos con el Institut Català de Finances (ICF). El objetivo es llegar a la asamblea de socios convocada para el miércoles, 8 de mayo, con una propuesta sólida para evitar la desaparición.
Las fuentes consultadas revelan que las negociaciones para evitar el peor escenario «se iniciaron hace meses». De todas estas conversaciones ha quedado claro que los expedientes «ya no tienen marcha atrás», por lo que la única vía que tiene ahora mismo la patronal para seguir viva es pagar o garantizar el abono de la deuda.
48.000 euros en pérdidas
A corto plazo, la obsesión del comité ejecutivo es aprobar el plan de choque para despejar la liquidación. El problema, sin embargo, es encontrar la liquidez necesaria para ello. Según el informe, el organismo tiene en propiedad un inmueble en la avenida Roma de Tarragona, que en enero de 2018 tenía un valor de 154.801 euros pero que, sin embargo, los dirigentes calculan que ahora podría llegar a suponer un ingreso de unos 200.000 euros. Muy lejos de los 583.000 necesarios.
Asimismo, el gran problema es que la entidad no tiene tesorería solvente ni activos, mientras que su presupuesto ya prevé unas pérdidas de más de 48.000 euros, una vez que los ingresos previstos –179.683 euros– son inferiores a los gastos: 228.123. «Hoy por hoy, la Cepta no es viable. No tiene capacidad para pagar el día a día y, por lo tanto, tampoco de proceder a la devolución de la deuda», indica el informe económico realizado con datos del pasado 14 de marzo.
Los socios de la entidad votarán el próximo día 8 qué hacer de cara al futuro. «Si logramos salvar la situación, con aportaciones extraordinarias de los socios y la venta del inmueble, vendrán tiempos difíciles, con economía de guerra», apuntan las fuentes consultadas que, esto sí, también vislumbran otra vía para intentar reflotar a la confederación en el futuro: acudir a la justicia ordinaria para poder recuperar, a largo plazo, el dinero que ahora se tendrá que abonar para salvar a la Cepta de su definitivo punto y final.