La basura y los desperdicios invaden el abandonado Parc de la Coma de Bonavista

El Ayuntamiento abre un expediente sancionador a la empresa encargada de mantener el equipamiento

21 marzo 2019 11:08 | Actualizado a 21 marzo 2019 11:20
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Restos de calçots, botellas de plástico, bolsas de basura –en el suelo y colgadas de los árboles–, bandejas de carne vacías y grandes montañas de cenizas en las barbacoas. Esta es la imagen habitual en el Parc de la Coma de Bonavista. El estado de abandono que vive este equipamiento está llegando al límite. Tanto es así que el Ayuntamiento de Tarragona ha abierto un expediente sancionador a la empresa encargada de la jardinería y limpieza de este espacio. El consistorio estudia poner una multa por incumplimiento del contrato.

Parece ser que tampoco nadie pasa a recoger habitualmente las bolsas de la basura de los contenedores. Y esto ya sería responsabilidad del consistorio. 

Lo peor de la situación es que ya hace años que dura. El parque se construyó en 2011, en contra de la voluntad de los vecinos, quienes opinaban que el equipamiento estaba muy lejos del núcleo urbano –a un kilómetro aproximadamente–. «Además, lo peor de todo es que el parque cuenta con dos torres de alta tensión. Los vecinos prefieren que sus hijos jueguen en otro lugar, y que no estén expuestos a un alto nivel de radiación», explica Salvador Serrano, miembro de la Associació de Veïns de Bonavista. 

El parque está situado entre Campclar y Bonavista, junto a la T-11. Hay una zona de pícnic, con barbacoas, y también un espacio infantil, con columpios. El equipamiento cuenta con una superficie de casi 21 hectáreas y costó poco más de dos millones de euros. El proyecto inicial contemplaba árboles y dunas vegetales. El objetivo del consistorio era poner fin a los vertederos incontrolados que se formaban en la zona. Pero la realidad actual es casi más preocupante que entonces. 

No es un parque muy visitado durante la semana. Pero el fin de semana son muchas las familias que celebran comidas en el lugar. La problemática se agrava durante los meses de febrero y marzo, cuando los vecinos aprovechan para hacer calçotadas. «Es un sitio sucio, lleno de desechos. Esto invita a seguir con el incivismo», asegura Serrano. Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos Buenos Aires-Parte Alta de Bonavista, Alfonso López, asegura que «con el dineral que costó y mira en lo que se ha convertido. El olor es deprimente y da miedo pasar por allí». 

Los vecinos recuerdan una buena época del parque. «Lo llevaba una mujer, que se encargaba del chiringuito y de tener más o menos limpio el recinto», asegura un vecino. Han desaparecido la mayoría de columpios y se han llevado a trozos los lavabos. «Ahora se llevan los módulos que forman la valla perimetral», explica Serrano, quien añade que «es un parque que no lo ha disfrutado nadie y que se está muriendo poco a poco». Hace dos años que nadie limpia las barbacoas. 

Si hay algo que se conserva en el Parc de la Coma es el alumbrado. «No entendemos por qué hay tanta luz si apenas se acerca nadie por la noche. En cambio, los marchantes que montamos paradas en el mercadillo de Bonavista, lo tenemos que hacer a oscuras porque únicamente contamos con dos focos», explica también López.

«La herencia de Ballesteros»
Por su parte, el Ayuntamiento ha abierto un expediente sancionador contra la empresa encargada de la limpieza y de la jardinería del parque. «Los técnicos aseguran que no están cumpliendo con sus obligaciones. El pliegue de condiciones del contrato contempla la sanción», asegura el concejal de Espais Públics, José Luis Martín (PP), quien añade que se ha requerido a la empresa que vaya a limpiarlo. El edil asegura que «este parque es una herencia del gobierno de Ballesteros. Estamos gestionando un equipamiento que hicieron otros. Y creo que no fue acertado».

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