Pocas semanas después de iniciar los primeros trabajos de limpieza en el interior del antiguo edificio de Caixa Tarragona, esta semana los operarios contratados por la Diputació han iniciado el cambio de imagen de la fachada del inmueble de la Plaça Imperial Tarraco, recientemente adquirido por parte de la administración provincial por 4,5 millones de euros.
Este jueves por la tarde se retiró el vinilo que indicaba que el BBVA tenía «a la venta o alquiler» el recinto, por otro que, en el mismo lugar (mirando el edificio a la derecha), ya indica que la propiedad es de la Diputació, que quiere adaptar el complejo para usos administrativos.
«Ya se ha limpiado la fachada e intentamos arreglar el reloj para que ya hayan elementos identificadores de la Diputació», indica Eduard Rovira, diputado delegado de Serveis Generals y Instal·lacions Corporatives.
Asimismo, se instalarán tres redes para evitar que las palomas vuelvan a adueñarse del inmueble. Una de estas, de 440 metros cuadrados, se instalará en las ventanas de la fachada, mientras que también se protegerá la cubierta superior y los laterales para evitar que estas aves se continúen colando al interior del edificio.
La primera primera fase de intervenciones está presupuestada en 56.662 euros contando tanto la fase de limpieza como la de intervención en la fachada. .
Ahorro energético
Rovira detalla que, paralelalemente, se llevarán a cabo los estudios y proyectos para rehabilitar el edificio.
La previsión es que los trabajos se liciten a principios del 2025 para que las actuaciones empiecen en 2026 y pueda llevarse a cabo el traslado de funcionarios en 2027.
Cabe destacar que el inmueble conectará con el edificio Síntesi de la Diputació ubicado en la calle Pere Martell, así como que la prioridad del futuro proyecto será la apuesta por la «sostenibilidad» y el «ahorro energético», destaca Rovira.
