Interesantes debates acerca de las posibilidades de aprovechar la colaboración público privada para impulsar la creación de la Àrea Metropolitana del sur de Catalunya.
ImpulsCatSud y el Diari de Tarragona pusieron ayer sobre la mesa varios modelos de éxito de colaboración entre administraciones y el tejido empresarial que podrían servir de ejemplo a la hora de pensar el área metropolitana que parece que se acerca, y también lo hicieron los representantes de cinco partidos, aprovechando la proximidad de las elecciones catalanas.
La conclusión general: si el objetivo es el desarrollo económico territorial, la colaboración entre lo público y lo privado es la herramienta clave para hacerlo posible. Natalia Rodríguez, directora del Diari de Tarragona, y Miquel M. Aragonès, presidente de ImpulsCatSud, dieron la bienvenida a las cerca de 30 personas de público.
La primera de las charlas tenía como protagonistas algunos modelos de éxito cercanos a Tarragona y fue moderado por Miquel Àngel Bové, director de la Càtedra d’Economia Regional i Local URV. Entre las intervenciones destacó la de Natàlia Mir, directora ejecutiva de Innobaix, una agencia de transmisión del conocimiento del Baix Llobregat.
«Los institutos del desarrollo sirven para tener un consejo económico y social, mejor capacidad de organización y actores del territorio»
«Ahora hablamos de sostenibilidad, de los ODS, de ocupación, pero porque vemos que hablar de innovación ya no es innovador». También participaron Xavier Pallarès, exdirector del Institut per al Desenvolupament de les Comarques de l’Ebre, Gerard Solé, director técnico de la Agència de Desenvolupament del Ripollès, e Iker Galparsoro, director general de Goieki, una agencia de Goierri (Guipúzcoa) un territorio de menos de 50.000 habitantes que ha sabido favorecer su industria y crear miles de puestos de trabajo.
A día de hoy, esa agencia de desarrollo vertebra el territorio de Goierri.
«Estos institutos del desarrollo sirven para tener un consejo económico y social, mejor capacidad organizativa y muchos actores del territorio», a la vez que ayuda en la promoción turística, afirmaba Pallarès. Solé, por su parte, apuntaba a temas de emprendeduría, de empleo y de medio ambiente para hablar de un ente de estas características.
Las posibilidades son muchas si se tiene capacidad de trabajo, proyección y visión de futuro, pero la buena colaboración de ambas partes, privada y pública, resulta indispensable.
La parte política no quedó al margen del debate, estando en campaña electoral, y hasta cinco partidos políticos no dejaron pasar la oportunidad de decir la suya en el fórum de ImpulsCatSud y el Diari. Las posiciones, como era de esperar, estaban bien marcadas desde el principio.
Desde el PSC, Alberto Bondesio apuntaba a una «parte social y ecológica» y a la importancia del marco europeo «para decidir dónde vamos y cómo enfrentamos los retos que tenemos». Carlos Brull, alcalde de Falset por ERC, recordaba la importancia de la colaboración público-privada a la hora de dar a conocer la comarca del Priorat, mientras que Pere Segura, alcalde de Vila-seca por Junts, criticaba los largos tiempos de la burocracia como problema a resolver en la relación entre lo público y lo privado.
David Chatelain (PP) quería menos impuestos autonómicos para favorecer la instalación de empresas, mientras que Mario Téllez (Comuns) apostaba por luchar contra el monocultivo turístico. El debate, moderado por el periodista Marc Griso, trató inevitablemente el Hard Rock para demostrar las posiciones alejadas.
La jornada de charlas se cerró con la ponencia de Josep R. Fuentes (URV) sobre las vías jurídicas de colaboración público privada, entre las cuales destacaban la fundación o la asociación como fórmulas más cómodas y asequibles para un entorno como el Camp de Tarragona.