La esperada cumbre entre el President de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa (PSC), y el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales (PSC), se salda con un gran proyecto agraciado: la Tabacalera. El primer encuentro de trabajo entre Govern y Consistorio, que se alargó por espacio de una hora, desencalló una inyección de 5,3 millones de euros por parte de la administración autonómica para rehabilitar el almacén 6 del complejo de la Part Baixa, que servirá para hacer realidad el traslado desde la Plaça del Rovellat de la Part Alta del Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) y, a su vez, hará posible que los Xiquets de Tarragona empiecen a ver la luz al final del túnel.
Durante la reunión en la Plaça de Sant Jaume de Barcelona, Illa y Viñuales concretaron que la apuesta de la Generalitat –que se materializará mediante la Conselleria de Universitats i Recerca– se llevará a cabo en dos fases. La primera es la aportación «inmediata» de 300.000 euros para pagar el proyecto constructivo del traslado, mientras que, una vez definido el plan, el Govern «asume» la inversión prevista, de cinco millones de euros. «Cogemos el guante para que el entorno se convierta en un hub cultural y educativo», aseguró el conseller de Presidència, Albert Dalmau.
Por su parte, el alcalde Viñuales se mostró «muy satisfecho» por la inversión comprometida por el President Illa. «Cada día estamos más cerca de una Tabacalera con vida», indicó el líder municipal. Se da el caso de que, esta misma semana, el Ayuntamiento ha publicado el anuncio para dar el primer paso para concesionar el recinto al centro de investigación.
Triplicar el espacio
Con el traslado, el ICAC podrá pasar de los mil metros cuadrados que actualmente ocupa en la Part Alta a cerca de 3.000, ya que dividirá el almacén de la Tabacalera en cuatro niveles de 700 metros cuadrados cada uno. Esto es lo que se desprende de un primer estudio encargado recientemente por el centro de investigación, que lleva tiempo reclamando –conjuntamente con el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), el de Investigació Sanitària Pere Virgili y el de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES)– «más inversión» para «acabar con el centralismo de Barcelona», según indicaron en un manifiesto conjunto.
De forma paralela, la futura marcha del ICAC permitirá que los Xiquets de Tarragona dejen el Pati del Pou de la Plaça de la Font –emplazamiento en el que llevan seis años y medio– para poder ir a la actual sede del Institut d’Arqueologia de la Plaça del Rovellat.
¿Parador Nacional en Cavallers?
El Plan Tabacalera que lidera el alcalde Viñuales también puede tener la llave para la llegada del Parador Nacional a Tarragona. Viñuales negocia desde hace meses con la presidenta de la Diputació, Noemí Llauradó (ERC), para que el Conservatori provincial se traslade al edificio de Tabacalera. Ayuntamiento y Diputació, de hecho, ya han iniciado los primeros trámites para definir si el complejo educativo-cultural se traslada a un lateral de 4.000 metros cuadrados del equipamiento. Recientemente se ha licitado la redacción de un primer estudio técnico para determinar si el espacio de la Part Baixa es viable para albergar el conservatorio, ahora ubicado en la calle Cavallers, en un viejo edificio de 2.300 metros.
En caso de ser así, Viñuales quiere que el inmueble que ahora ocupa el organismo de la Diputació pueda acoger el Parador Nacional, en detrimento de la opción favorita hasta ahora: Ca l’Ardiaca, inmersa en un laberinto jurídico-administrativo desde hace más de una década.
Por ello, el alcalde recalca que, si finalmente el equipamiento se va a la Tabacalera, el inmueble de la Part Alta «quedará en desuso», por lo que, «por un puro criterio de eficiencia», la opción del Parador podría pasar a estar sobre la mesa. «Se trata de un edificio histórico, con partes nobles que coinciden con la imagen que busca Paradores Nacionales», señala Viñuales, quien acelera para que la Tabacalera sea un nuevo centro neurálgico de la ciudad en 2030.