Hacia una movilidad urbana bien pensada

Antes que un plan urbanístico, la ciudad debería contar con uno de movilidad, renovado y creíble

31 enero 2022 18:50 | Actualizado a 01 febrero 2022 06:28
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Si el Ayuntamiento debe tener a punto un nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) en menos de tres años, deberá tener antes un Plan de Movilidad Urbana nuevo, renovado y creíble. Es la base para aprobar un nuevo POUM. A nadie pasa ya por alto que la movilidad urbana de Tarragona no pasa ni por un buen momento ni por un buen lugar. El que tenga la paciencia en leer este documento publicado y aprobado en 2012 llegará a la misma conclusión que yo: de plan, poco; de movilidad, mal; y de urbano, menos.

Ya sabemos que el papel lo aguanta todo. Pero la Calle Pere Martell es un buen ejemplo de lo que es y ha sido para Tarragona este Plan de Movilidad. Solo papel. Es un documento difuso que en manos inadecuadas provoca desajustes terribles. Es un gesto a medio camino, es pensar a medias, es actuar a trozos, y mal. Pere Martell, más que una calle planificada parece hoy un tuneado de mal gusto. Un carril bici en el lugar equivocado, paradas de vehículos y carriles de anchos desproporcionados, paradas de buses urbanos donde no toca y, como colofón final, provocar que todos los autobuses, al girar a la derecha para la estación de bus, tengan que invadir los carriles izquierdos y cortar el tráfico.

Para redactar o interpretar un Plan de Movilidad, a más de uno les iría bien un cursillo de radios de giro de vehículos, de anchos de vía y de estrategia señalética o de colocación de paradas de autobús. Vamos, o lo que seria un Master de sentido común. Para hacer más complicado el flujo en Pere Martell, justo antes de que giren los autobuses hacia su estación central hay una parada de bus urbano a la derecha que impide los giros adecuados. 8 de cada 10 veces que uno pasa por esta calle hay conflictos graves de seguridad viaria.

Creo que la movilidad urbana de Tarragona va de eso que pasa en Pere Martell y en mil rincones más de Tarragona. Se necesita mayor sentido y sensibilidad. Ni todo cabe, ni cabe todo. Hay grandes lecciones de movilidad de las que aprender, y a la vez hay que trasladarlas en un papel adecuadamente para que, levarlas a cabo y materializarlas facilite el flujo en la ciudad.

Me atrevo a decir además, que en la movilidad urbana hay un despliegue de medios anticuado y mal organizado sobre las cargas y descargas de mercancías en la ciudad. Hay barrios como el de l’Arrabassada en que los planos de movilidad de 2012 solo marcaban un punto de carga y descarga. Inverosímil. Y como la Ordenança general de convivència ciutadana i ús dels espais públics de Tarragona no regula el paso de mercancías por las calles con transpaletas o carros, las mercancías acaban descargándose al libre albedrío en muchas partes. O se trasladan en helicóptero, o se incumple totalmente el Plan de movilidad y la ordenanza citada. ¡Vivan las normas y ordenanzas a medias!

El abuso de rotondas es otro desacierto a mi entender monumental en Tarragona. Es un riesgo grave de atascos para una ciudad afectada por riesgo químico. Cualquier accidente normal, incendio o necesidad de evacuación masiva puede crear grandes cuellos de botella urbanos y atascos. En términos médicos es como tener coágulos en arterias. Mas claro, imposible.

A mi modo de ver, el nuevo Plan de Movilidad Urbana de Tarragona es tanto o más importante que el propio POUM. Es a la vez el elemento articulador sobre el que deberá moverse el crecimiento urbano y en el que deberá basarse el nuevo POUM. No basta definir lo que es calle o lo que es solar, sino que hay que prever que será esta calle o aquella otra para prever, organizar y establecer jerarquías, usos y funciones diversas a calles y plazas.

A mi modo de ver, el plan de Movilidad urbana de Tarragona está en ya en un punto muerto y solo cabe renovarlo. Desde 2012 hasta la actualidad, pasada una década debe reformularse de una manera inteligente y práctica.

Y para ello creo que debe hacerse hincapié en un conjunto de aspectos a tener presentes:

1.- Los carriles anchos son el terreno abonado a aparcar mal y a las dobles filas. Los carriles de vehículos más estrechos frenan la velocidad y evitan dobles aparcamientos.

2.- Las rotondas de escasas dimensiones son una mala solución a la movilidad y un peligro en caso de evacuaciones o emergencias.

3.- Debe organizarse la movilidad por flujos de transito y por horas y las calles deben prever su especialización o transformación.

4.- Tarragona debe prever un plan de aparcamientos que permita afrontar la adecuada peatonalización de vías comerciales importantes. Por ejemplo, grandes aparcamientos de superficie en la Plaza Imperial Tarraco en la antigua sede de la URV.

5.- Habilitar un plan de cargas y descargas adecuado con accesos adecuados en zonas comerciales adecuadamente controlados. Posibilidad incluso de unificar servicios.

6.- Articulación de las futuras grandes vías verdes y peatonales de la ciudad que permitan coser el frente marítimo y reducir el tráfico.

7.- Adecuación de las puertas de acceso a la ciudad desde Reus, Valls y Barcelona con una nueva entrada de Autopista por Mas Enric.

8.- Catalogo de soluciones técnicas de ordenación y unificación de la movilidad urbana relativos a pavimentos y señalética.

9.- Adecuación de la vialidad y de la movilidad urbana con criterios unificados de accesibilidad para las personas con discapacidad.

10.- Implementación en cada sector urbanístico previsto en el POUM de los sistemas generales de vialidad y movilidad urbana pensándolos con criterio global. En el POUM anterior no se incorporaban en muchos sectores como La Budallera, Viladegats y Lorito.

Sin duda, creo firmemente que el desarrollo del POUM futuro de esta ciudad será un nuevo fracaso si no se trabaja paralelamente con el nuevo Plan de Movilidad Urbana de Tarragona acompasando el crecimiento urbano con el sentido común.

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