Poca afluencia de visitantes al cementerio de Tarragona este domingo por la mañana en una festividad de Todos los Santos marcada por la pandemia y las restricciones.
En grupos reducidos, mayoritariamente, familiares y amigos han llevado flores a sus seres queridos. Para evitar aglomeraciones, se ha habilitado un recorrido de entrada y salida y se ha limitado el tiempo de estancia a 30 minutos. También era obligatorio el uso de las mascarillas.
"Hemos notado que a causa de la covid-19, la afluencia ha disminuido, la gente ha venido de forma progresiva durante las últimas semanas por el miedo, no se ve tanta alegría como otros años", ha afirmado el encargado del cementerio, Ignasi Puig. Hasta las doce de este mediodía el aforo se ha cifrado en unas 800 personas.
En la entrada del cementerio, los visitantes reciben un folleto explicativo y un mapa del recinto y se tienen que lavar las manos con gel hidroalcohólico antes de acceder. Estas son algunas de las medidas sanitarias tomadas para garantizar la seguridad. Además, se ha limitado el acceso a grupos de como máximo seis personas y es obligatorio el uso de la mascarilla.
"Hemos hecho un plan para que haya mucha seguridad, hemos puesto muchos hidrogeles en todo el recorrido y desinfectamos todo el rato las escaleras. Queremos que la gente haga el circuito y que no se crucen entre ellos", ha explicado Puig.
La mayoría de los visitantes opinan que el protocolo de seguridad es adecuado dadas las circunstancias sanitarias actuales. Andreu Aguiló, acompañado por su hijo, ha tenido que hacer un recorrido diferente para llegar al nicho de uno de sus familiares. Pese a todo, cree que el circuito de entrada y salida facilita que no se acumulen personas en este espacio. "Veo que está muy organizado, me parece muy bien que haya un solo sentido. Normalmente no vengo el día 1, sino antes o después, pero hoy he aprovechado para venir con mi hijo que vive fuera. Me esperaba mucha más gente", ha destacado.
Comparte opinión, la Rosana Castillo que ha visitado la tumba de un amigo que murió hace dos años. Ella considera que son "muy importantes las medidas" porque les "proporcionan seguridad". Ante la posibilidad de encontrarse aglomeraciones, el día de Todos los Santos, ha asegurado que no la ha atemorizado este hecho, sino que ha prevalecido la tradición y el aprecio hacia los difuntos. "Creo que el amor que tenemos en los muertos no tiene barreras, siempre venimos", ha completado.
También es un día señalado para Lola Morales, puesto que hoy es el cumpleaños de dos difuntos próximos. A pesar de que explica que siempre viene al cementerio, dice, que no se olvida nunca de llevarles flores el día 1 de noviembre. "Por desgracia tengo a mucha gente aquí", ha lamentado. Además, esta vecina de Tarragona, también ve con buenos ojos las restricciones para visitar el cementerio. "Son días especiales, muchos años ha habido mucha gente, pienso que están muy bien, porque tenemos que hacer las cosas bien", ha afirmado.
En cambio, Pere Mas cree que es una tontería el protocolo, dado que considera que en un espacio abierto es difícil contagiarse. "Hasta ahora ha habido bares abiertos, los mismos políticos se reúnen sin mascarilla. Esto es una tomadura de pelo, sé que existe el virus y que la gente que lo coge lo pasa mal, pero también se muere mucha gente de gripe, por cáncer, por el corazón, creo que estamos viviendo en una sociedad que no sabe a donde va", ha valorado.
Ofrenda floral en Reus
El alcalde de Reus, Carles Pellicer, acompañado otras autoridades municipales, han hecho esta mañana la tradicional ofrenda floral en el panteón de los hijos ilustres. Este año, la representación del consistorio ha sido más reducida a causa de las restricciones sanitarias. El acto de homenaje a todas las personas enterradas ha sido el pistoletazo de salida a toda una serie de actividades que conmemorarán el 150.º cumpleaños del recinto a lo largo de los próximos meses.